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Conoce a Zucca: la terapeuta infantil del Hospital Sótero del Río

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Zucca es la muestra de que los perros pueden ser los mejores terapeutas de niños, la experiencia en el hospital Santiaguino ha sido del todo exitosa.

Raúl Varela creó la Corporación Junto a ti nació el año 2007. ‘’Tengo un hijo con autismo y cuando ya no había nada más que hacer para contenerlo, descubrí el tema de los perros de asistencia para niños con autismo y como nadie entrenaba perros en ese tiempo en Chile, formamos la corporación, entrenamos un perro y partimos’’.

La idea era que el perro ayudara a su hijo a conectarse, a estar más seguro, contenido. El primer perro se lo regaló un criador y él buscó un entrenador. Le dio las especificaciones de lo que quería lograr con el can, pero al ver que el perro no cumplía con sus expectativas decidió formarse como entrenador de perros de asistencia, se certificó y terminó de formarlo.

‘’Cuando vi que mi hijo se conectaba con el perro pensé en hacerlo para más personas, por eso formamos la corporación, seguimos entrenando perros, dictamos cursos en México y entregamos perros que ahora están trabajando en Estados Unidos. A la Zucca la compré, la seleccioné a las siete semanas de vida, que es cuando se le hace un test, donde el perro muestra el potencial que tiene y después se entrenó. El año 2013, una persona de otra corporación publicó una foto de un dentista con un perro arriba de una persona, cuando la vi, dije esto es lo que hay que hacer, porque en las actividades de la vida diaria de los niños con autismo las cosas que los superan son el corte de uñas, de pelo y el dentista’’, señala.

Diversos estudios han dado a conocer que la relación con un animal de compañía brinda seguridad, ayudan en el desarrollo de las interacciones sociales, aumentan la confianza en las demás personas, y baja el nivel de estrés y agresividad. Así también, ayuda a controlar la ansiedad y regula las emociones en niños, adolescentes y ancianos.

En el dentista

En el Hospital Sótero del Río, el Doctor José Luis Contreras, Director del CDT, Centro de Diagnóstico Terapéutico, le planteó a un grupo de profesionales de la institución que había sesiones de canoterapia disponibles para quienes estuvieran interesados. Lo más viable era aprovecharlas para trabajar con personas que tuvieran algún tipo de necesidad especial o condición de discapacidad.

Las doctoras, Isabel Robles y Eugenia Meneses, ambas odontopediatras, junto con la doctora María Fernanda Dowling Rehabilitadora oral, responsable de pacientes adultos con necesidades especiales aceptaron el desafío e incorporaron a Zucca como un miembro más de su equipo de trabajo, el único requisito para que esta labradora fuera su asistente dental era que tuvieran la disposición de trabajar con ella.

Zucca está acreditada y tiene sus vacunas al día, ‘’ella ha trabajado en el hospital en otras unidades, en NINEAS, Niños y Adolescentes con necesidades especiales de atención en salud, la Zucca va siempre y está ayudando al trabajo de rehabilitación física, con el fisiatra y la experiencia ha sido positiva’’, cuenta la Dra. Isabel Robles.

Actualmente, trabajando con pacientes con necesidades especiales, de difícil manejo conductual, por ejemplo, autismo y déficit intelectual. ‘’Yo estoy atendiendo a una paciente que sufrió un accidente, se cayó de un segundo piso y está con estrés post traumático. A ella me ha costado mucho atenderla, la derivé a la psicóloga y cuando la atendí con la Zucca pude hacer lo que hago con ella habitualmente, pero con ella más relajada y contenta’’.

 

Protocolo de selección

Las doctoras se reunieron, revisaron las fichas y eligieron a los pacientes que trabajarían con Zucca, ‘’el primer filtro fue médico, ningún paciente alérgico o inmuno deprimido que tuviera algún tema de base que le complicara estar con un animal cerca; luego conversamos con los papás y les explicamos que era un piloto, donde puede que haya niños en que logremos hacer todo y otros que tienen tratamientos más complejos que igual requieran alguna sesión de pabellón. Finalmente los citamos’’.

El día de la atención le avisamos a don Raúl, que es el tutor de la Zucca, de la Corporación Junto a ti, que llegó el paciente; él lo va a buscar con la Zucca, los deja que la tomen, les pregunta si quieren llevarla de la correa hasta la consulta. Ella es súper dócil, entonces los niños llegan súper contentos con la perrita y se sientan, son niños que han ido otras veces, conocen la dinámica del sillón; una vez que se instalan le ponen a la Zucca arriba, si es que el niño lo permite. Hay algunos que han dicho que quieren que esté a su lado pero abajo, estiran su manito y la Zucca les pasa la lengua.

¿Ha habido algun cambio en los pacientes? “Con mis otras dos colegas hemos comentado, que con un niño se podía hacer tal cosa antes, pero de forma más agresiva por decirlo de cierta forma, con la mamá afirmándolo, el niño llorando, con una contención física más invasiva para que se quedara tranquilo. En cambio con la Zucca están tranquilos, contentos, hay otra disposición desde antes de entrar a atenderse”, señala la doctora Robles.

“Tú notas que el niño está mucho más distendido, son pacientes que conozco, por ejemplo, tuve un caso extremo, que fue el que más me llamó la atención, que es una paciente que jamás había entrado, cuando lo hacía entraba en brazos, llorando, se tiraba al suelo. Cuando le tocó, entró con la Zucca de la mano, se sentó, le pude examinar la boca y lavar los dientes, cosa que en un año jamás había hecho. Ese fue el cambio más impresionante de conducta. Es un apoyo súper importante”, revela.

Uno de las explicaciones que se dan los profesionales para esta exitosa experiencia es que hay un tema de contacto físico que finalmente desemboca en una contención emocional, “me imagino que al estar la Zucca sobre ellos recrea un abrazo, una contención amorosa, la Zucca es un animal súper dócil y a los niños les gustan los animales, con mayor razón un animal que es tranquilo. Ella está súper acostumbrada a todo lo que le hacemos, entonces creo que está el tema del contacto físico y el tema lúdico, don Raúl le tiene unas orejas de Minnie, y también la parte física de que ellos están pendientes de la Zucca, de que me pasó la lengua, me tomó la mano, sin que eso llegue a ser perturbador para la atención”. Una experiencia que evalúa con un 10.

Al igual que Raúl Varela “primero el hospital demostró una empatía, apertura, conocimiento respecto del aporte que puede hacer un animal en cualquier tipo de estrategia de manejo de niños; segundo las personas que esperaban ser atendidos estaban muy contentos porque se daban cuenta que el hospital estaba haciendo un esfuerzo diferente, disruptivo al dar una atención singular o especial para las personas, yendo más allá de lo que se espera de un hospital para satisfacer la necesidad que es recuperar la salud en este caso, dental. Estamos muy contentos”, concluye.

 

 

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