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"Cow" el documental que hizo que la gente abandonara la sala en Cannes

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En la exhibición del documental "Cow", de Andrea Arnold, en el Festival de Cannes, muchos espectadores se levantaron y se retiraron de la sala no pudiendo soportar lo que veían en la pantalla.

En la exhibición del documental “Cow”, de Andrea Arnold, en el Festival de Cannes, muchos espectadores se levantaron y se retiraron de la sala no pudiendo soportar lo que veían en la pantalla.

"Cow" es un retrato de la explotación animal enfocado en la monótona y rutinaria vida de una vaca lechera llamada Luma, la cual es seguida por la cineasta desde que se despierta hasta que llegan su últimos días. De acuerdo a los reportes, muchos espectadores que estaban presentes en el estreno del mencionado film británico se levantaron y se retiraron de la sala no pudiendo soportar lo que veían en la pantalla.

Así como ha sucedido con otros documentales como “Seaspiracy” y “Cowspiracy”, esta cinta explora el trasfondo detrás de la industria alimentaria, en este caso puntual el de la industria láctea. Arnold lejos de satanizar a los granjeros, hace que su filme se sienta como un esfuerzo por considerar a las vacas y entender los desafíos que enfrentan en sus rutinarias vidas.

“Esta es la historia de una realidad, la de una vaca lechera, y un tributo al inmenso servicio que nos brinda. Cuando miro a Luma, nuestra vaca, veo el mundo entero a través de ella”, mencionó la cineasta británica, Andrea Arnold, en la presentación de la cinta, la misma que presentó “Red Road” en 2006, “Fish Tank” en 2009 y “American Honey” en 2016, todas ganadoras del Premio del Jurado en el Festival de Cine de Cannes.

“Cow” es la monótona e inevitablemente triste rutinaria vida de una vaca lechera. Luma se despierta, come, da leche, tiene crías, apenas duerme y así hasta el último de sus días. Aquí, la vaca no es solo la protagonista de la película, sino la base de una cruda realidad, la del animal en una época donde prima lo humano.

Si bien hay quienes consideran que existen alternativas para mostrar la verdad (como fue el caso de “Save Ralph”), algunos creen necesario que la gente sepa sin rodeos cuál es el trasfondo de los alimentos que llegan a nuestra mesa. No obstante, también hay casos en los que las imágenes, la información, las estadísticas y otro tipo de pruebas han sido interpretadas a conveniencia o no son verídicas, razón por la que muchos de estos documentales sean vistos con recelo o no obtengan el éxito suficiente para llegar a todo el mundo.

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