Mestizos Magazine

Eliana Albasetti y su cruzada por la adopción

DSC_2147 copia - copia |

Usa todos los recursos que puede para apoyar la adopción, y ella es un tremendo ejemplo.  Actualmente la actriz está en el elenco de “Hotel Zentai”, un filme de realidad virtual de Leo Medel, y no deja de ir los domingos a apoyar a la Fundación Mirada Animal, de la que es embajadora.

Por Isabel Pinto G.  Make Up: Sole Donoso para Urban Decay (Cruelty free). Agradecimientos a Hotel Director. Cuando hicimos la sesión fotográfica, Eliana Albasetti tenía dos perritos: Martita y Macana. Ese día llevó a Sebastián y Pituca, de la Fundación Mirada Animal, para promover su adopción. Pero su conexión con el primero fue tal que nos dice, entre risas, “no lo pude entregar, nos queremos demasiado”. Y  siendo honestas, pareciera que se conocen de toda la vida. La historia que la une con los perritos comenzó cuando tenía 8 años y realizó su primer rescate. Aún recuerda a Lady, que llegó a su colegio con sarna; le compró un medicamento y cuando iba a clases se lo aplicaba, además de darle comida. ‘’Un día en la noche, que llovía, desperté llorando. Mi papá me dijo ‘¿qué te pasa?’, porque lloraba desgarradoramente, y le dije que había una perrita que estaba en el colegio y que estaba lloviendo, que debía tener frío, que estaba súper mal. No me habían dejado llevarla a la casa porque tenía otra perra y tres gatos, pero mi papá me dijo ‘bueno, tráela’. Siempre trataba de salvar a los pobres e indefensos’’, recuerda.

Es algo que va como en sus genes. Su madre es así, y su hija parece seguir los mismos pasos. Ambas van los domingos de voluntarias a la fundación Mirada Animal, donde hay muchos perritos con desgarradoras historias que han comenzado un proceso de rehabilitación. ‘’Buscando y leyendo vi que Mirada Animal se hacía cargo del Refugio Esperanza, el refugio más grande que había acá en Chile de perritos abandonados y que colapsó. Vi que necesitaban voluntarios, mandé un mail diciendo que quería serlo, fui un domingo, conocí a las chicas, me pareció tan transparente todo, tan lindo y tanto trabajo que hacen con tanta cantidad de perros y con todo el amor, que dije ‘necesito venir a este lugar’”.

¿Hay algún caso que te haya marcado de la fundación?

Nos tiraron un perro con una cinta amarrada en el hocico para que no gritara en la noche; ves las cosas más absurdas. Uno de los casos que más me ha marcado es Capitán, un ovejero alemán que tiene canitas, es viejito, se nota que lo dejaron por viejo, porque es un perro que está hasta adiestrado, te da la mano, se sienta. Es un perro en que invirtieron en entrenarlo, tiene un carácter maravilloso y lo dejaron atado en el refugio. O sea, te compraste un ovejero alemán, lo adiestraste y después lo dejas tirado; no entiendo muy bien lo que pasó por la cabeza de ese ser humano. Sigue en el refugio esperando una familia hace dos años; la idea es que en algún momento tenga un hogar.

¿Cuál es tu labor?

Voy todos los domingos, para mí es recargar energías. Es fuerte, es lindo, y lo promociono para que la gente sepa que es fácil adoptar y que se puede; además hay mucha variedad. Hay gente que dice que compra porque necesita un perro chico o con ciertas características, y en realidad si quieres adoptar hay de todo, tienes desde perros chiquititos hasta unos muy grandes. También trato de inculcar a la gente que adopte un perro del que se enamore, que tenga la conexión y que forme parte de sus posibilidades. Me pasa mucho que señoras van a la fundación y quieren adoptar un cachorro, les digo que está la opción de un perro adulto o un perro más grande que tiene muchísimos beneficios.

En tu experiencia, ¿cuáles son esos beneficios?

La gente quiere adoptar un cachorro, pero es como tener un bebé. Se va a hacer pipí y popó diez veces por día, te va a romper todos los muebles que encuentre, porque es un bebé que no entiende, y obviamente, va a llorar en la noche. Quizás una señora que no tiene la posibilidad o paciencia de cuidar este cachorro lo termina devolviendo, y no entiende que quizás un perrito de cinco años es súper calmado, va a hacer pipí o popó dos o tres veces por día. Sabes de qué tamaño es, no va a crecer más que eso, es súper tranquilo, te va a acompañar cuando salgas a pasear, va a ir caminando al lado tuyo, va a ser súper agradecido y va a tener su horarios. Además, algo muy importante, vas a saber el carácter del animal, porque en un cachorrito, si bien tiene que ver con cómo lo críes, es una lotería, te puede salir un perro que sea alfa y que tenga un carácter terrible, y tú tienes niños, y hay problemas. Con un perro adulto sabes perfectamente el carácter que tiene, si es complicado, si se lleva bien con niños, con gatos, con otros perros o con lo que sea; es mucho mejor.

Tienes un tatuaje con un perrito en tu muñeca, ¿qué significa?

Es el símbolo de la adopción, es un perro quiltro que se da la manito con un humano. Es muy yo, creo que es algo que me va a representar toda la vida.

“Las fundaciones nos tenemos que unir”

A principios de este año el Campamento San Francisco, ubicado en la comuna de San Bernardo, fue desalojado. Las personas se fueron del terreno dejando a sus animales abandonados en el lugar. Eliana fue una de las voluntarias que trabajó en el rescate y reubicación. “Pude ver el nivel de abandono, una realidad que uno no puede llegar a entender que exista. Siempre digo que tuve la buena o la mala suerte de conocer el campamento. Una de mis mejores amigas se llama Mónica Flores, ella es médico veterinario, rescatista, full dog lover, con ella fui al lugar. Habían 273 animales en total; quedaron 13 que se les está yendo a dar de comer todavía. Es una herida que nos queda, queremos darles hogar, nadie los quiso adoptar porque son más grandes, con un carácter complicado. El resto de los animales se fueron todos a casas particulares o a fundaciones como Fundación Julieta, Mirada Animal, Unión de Amigos de los Animales, que se portaron increíble, nos dieron una mano, un codo, un brazo y una pierna; hicieron posible todo esto”, recuerda.

¡Lograron reubicar a un número importante de animales...!

Fue un tremendo trabajo. Rosita y Mónica fueron las pioneras, lo que a mí me decían, lo hacía. No sabía que era alérgica a las pulgas y me picaron en la cara, me salió como una muela de juicio, estaba hinchada, pero no podía dejar de ir. Nos pasaba que levantábamos una madera y salían cachorros, y estaban por entrar las máquinas. Yo paré una máquina, le dije al chico que la manejaba ‘acá no entran máquinas, las casas todavía no se fiscalizan’. Había gente que se iba y dejaban a los animales adentro de la casa con candado. De verdad cuesta entender.

¿Cómo se organizaron?

Con mucho amor por los animales. Soy muy partidaria de que las fundaciones nos tenemos que unir, unir fuerzas, dejar las diferencias de lado, darle para adelante y preocuparnos de los animales, que son nuestro núcleo, nuestro fin, y por eso estamos trabajando.

¿Con qué sensación te quedaste tras lograr rescatar tantos animales?

Hermosa, te lo cuento y me emociono mucho (se le llenan los ojos de lágrimas), es muy lindo todo. La gente llegaba a buscar animales, iban por uno y se llevaban más o se quedaban ayudando. Fue todo muy lindo y se logró mucho.

¿Qué tipo de ayuda necesitan en Mirada Animal?

Siempre le digo a la gente que vayan en familia, no porq

ue le vayamos a encajar perros, sino para que vean una obra linda, el amor que hay ahí, que los perros se pueden recuperar. Ahora va a llegar a Chile un alimento (Dog Evolution) que donará durante todo el año 100 kilos, pero es el 10% de lo que se necesita.

Algún mensaje que quieras entregar...

Mi bandera de lucha es que se priorice adoptar. En Chile hay más de un millón de perros en situación de calle. Es importante decir que no son perros de la calle, sino que son perros de dueños irresponsables. Me da rabia cuando dicen que es un perro callejero, porque no eligió estar ahí. Hagámonos cargo como seres humanos de que están ahí por culpa de nosotros.

Síguenos en:Google Noticias
Compartir: