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Luis ´Galgo´ Martínez "Los galgos deben gozar y correr libres"

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Comenzó a trabajar por el bienestar de estos animales en España. En nuestro país, ha sido parte de la Fundación Galgos Chile, y hoy es miembro de Galgo Libre, movimiento que busca terminar con las carreras de perros. Sobre su historia, su amor por los galgos y su causa por terminar con la explotación de estos animales conversamos en esta entrevista.

Comenzó a trabajar por el bienestar de estos animales en España. En nuestro país, ha sido parte de la Fundación Galgos Chile, y hoy es miembro de Galgo Libre, movimiento que busca terminar con las carreras de perros. Sobre su historia, su amor por los galgos y su causa por terminar con la explotación de estos animales conversamos en esta entrevista.

Luis “Galgo” Martínez (34) tiene una historia distinta a la de otros amantes de los animales, cuando niño no tuvo contacto con ellos. Hoy vive junto a su pareja, Elvis (11), Noritah (2) y Teo (3).  A los 18 años decidió irse a España, quería vivir nuevas experiencias, conocer otras culturas, y sin duda, su paso por ese país marcaría el comienzo de su relación con los galgos. Sin embargo, todo comenzó con Marilyn, una gatita que vendían en una tienda de mascotas, “pasaba siempre por ahí y la veía mal, triste. No tenía conciencia sobre animales, pero la veía tan mal que decidí sacarla de ahí, estaba enferma, solo la tuve un año y murió de un infarto. Ahí nació todo, cuando sentí el dolor de la pérdida, eso despertó algo en mí que estaba totalmente dormido”.

Luego, llegó Elvis, su perrito Bulldog, que hoy tiene 11 años. “Supe que estaban dando un perro en adopción, nadie lo quería porque era negro. Tenía como cinco meses, todos sus hermanos se habían ido, nadie lo quería, lo adopté y surgió el amor por los perros. Empecé a interactuar con más gente que tenía animales y dejé de consumir animales, fui vegetariano tres años y luego me hice vegano, llevo once años sin comer carne”.

En uno de sus paseos con Elvis conoció a una persona que tenía un galgo que se hizo muy amigo de Elvis, a quien no le gustaban los perros chicos. Supo que la organización Galgos 112, Terragona, España, andaba buscando personas que pudieran cuidar perros de esa raza a través de hogares temporales. Postuló y llegó Mila, esa fue la primera galguita que tuvo en su casa. “Elvis estaba feliz, con ella conocí el amor por los galgos, por su carácter. Era una perrita tan grande, pensé, voy a probar que tal, y se adecuó súper bien. Vivía en departamento, al lado de la playa, así que los tres íbamos a jugar. Ahí nació todo el amor y activismos por ellos. Los cuidaba, recuperaba y se daban en adopción. Tuve muchos galgos en hogar temporal”.

¿Cómo se vive el abandono de galgos en España?

En mayor escala que en Chile. Acá solo existe la Fundación Galgos, allá hay decenas de fundaciones y, aun así, no dan abasto. Hay protectoras que tienen a 300 galgos en adopción, es una barbaridad, pero más que carreras de galgos, que también se practican, se usan para la caza. La práctica de colgar galgos viene de España, mueren ahorcados, la mentalidad del galguero de allá es que, si el galgo es de ellos, muere con ellos. Si ya no le sirve no lo va a dar, va a tener que morir con ellos, la rabia, la frustración que sienten con el perro los lleva a colgarlos o los matan de un tiro.

Elvis: El perro terapeuta

Mientras estuvo en España conoció la raza, el comportamiento y cómo rehabilitarlos. “Estudié mucho sobre temas de comportamiento canino porque venían de situaciones tan límites, de miedo, que no querían verme. Recuperé muchos animales y Elvis fue uno de mis maestros de cómo actuar frente a un animal. Él tiene un sentido súper especial para mí, tenemos muchas historias, y sabía cuándo uno se podía acercar o no acercar a un galgo. Es tan zen como en su alma que le daba mucha confianza a los perros que tenían miedo. Cuando llegaba un galgo al departamento, venía muerto de miedo, no quería acercarse a mí, entonces Elvis tampoco se acercaba, él respetaba, yo no me acercaba y esperaba a que Elvis me avisara cuando podía hacerlo. Podían pasar, tres o cuatro días, una semana sin querer salir, y cuando Elvis empezaba a acercarse, yo también lo hacía, energéticamente él sabía cuándo se estaban relajando, después los galgos lo usaban mucho de almohada, se ponían encima de él, fue muy apañador en ese sentido”, recuerda.

Noritah.

Volvió el 2015 a Chile, y la Organización Galgos 112, una semana antes del regreso, le hizo una despedida. “A Elvis le pusieron corazones por todos lados por contribuir a la rehabilitación de galgos, él se juntaba solo con galgos, le encantaba, siempre decían que se sentía un galgo más. Le dieron una medalla y me pidieron que si en Chile existía el maltrato y la explotación, que hiciera algo”. Al regresar no tenía conocimiento de la realidad de los galgos en nuestro país. Sin embargo, un día llegó uno a la puerta de su casa. “Tenía mal una patita, lo llevé al veterinario y no había manera de recuperarlo, lo tuvimos que dormir. Comencé a indagar, a rescatar, no conocía a nadie porque estuve muchos años fuera, rescataba mestizos abandonados, empecé a conocer gente hasta que conocía a Pamela de la Fundación Galgos Chile, con ellos estuve tres años. Mi área se encargaba de encontrarles hogar, iba a las casas a entrevistar a la gente para saber si estaban capacitados, para que supieran sobre su personalidad, veíamos si las familias se adecuaban al perrito, entre otras cosas. También hice rescates, tuve algunos en hogar temporal. Nos dimos cuenta de que habían más de 300 canódromos a nivel nacional, hace poco inauguraron dos más”.

¿Fue impactante conocer la realidad de los galgos en Chile?

Sí, principalmente porque muchas fundaciones no rescataban galgos porque estaban estigmatizados como perros de campo. Entonces no había que rescatarlos porque cómo lo ibas a llevar a una ciudad, no conocían de la personalidad, ni que podían vivir bien en un departamento. Gracias a la fundación empezamos a rescatar galgos, en Santiago no había, no se veían, cuando llegue con el primero me decían, pero si este es de campo, corre, todo ese tipo de cosas. No tienen idea que ese perro se porta mejor que cualquier otro, que necesitan paseos diarios

¿Se repite el patrón de abandono? Por ejemplo, galgos con fracturas

Claro, eso es lo curioso porque los perritos mestizos que encuentras abandonados pueden tener sarna, pulgas. Pero es curioso y ahí hace ruido que el 90% de los galgos que rescatamos vienen con heridas y fracturas. Una fractura no se la hace un perro caminando, pasa algo detrás, empezamos a investigar y siempre hay canódromos en los alrededores de los lugares donde abandonan a los perros. Hay canódromos en muchos lados. El estado en que se encuentran se puede explicar de muchas formas, puede ser porque lo abandonaron, porque ya no les sirvió y ese perrito por varios días no se está alimentando y llegó muy delgado. También hay una explotación tremenda de exponer a animales a situaciones límite y es donde nacen las fracturas, y al estar fracturado ya no sirve para el negocio de las carreras. Los galgueros necesitan que ese perro esté lo más fuerte y musculoso posible, los que corren están en buenas condiciones para que rindan más y los galgueros puedan ganar dinero. Ellos no van a tener un perro enfermo porque no va a ganar la carrera, menos un perro fracturado que no le va a permitir ganar los 2 millones que están apostando.

¿Cómo es la relación de los galgueros con sus perros?

 La forma que tienen de criarlos es solamente para un fin, por eso el tema de usar el maltrato no compartimos. Ronald Leblebici, activista, explicó una vez que no hay que hablar de maltrato, sino de explotación, porque no hay un trato entre ellos. Con mi pareja podemos tener un trato de que queremos estar juntos, nadie obligó a nadie, si hay maltrato es un trato que alteré. Acá estos personajes hablan de cuidados porque necesitan cuidar a ese perro para la carrera, no para un bienestar o compartir en familia, solo por un fin, tienen una relación de utilidad donde los usan para la explotación.

¿Te sigue impactando la realidad de los galgos?

Nunca es suficiente, creo que lo que pasó con Milagros también impactó a toda la población, causó tanto rechazo el que no se haya aprobado el proyecto. Ahora ya no es que murió un perro galgo, la gente siempre lo va a asociar con no más carreras, porque curiosamente todos vienen de esas prácticas, de esa explotación.

Descubrí un sentido de la vida, de lucha, soy vegano y siempre voy a querer la liberación total de los animales, pero los galgos me tocaron muy a fondo. Desde la experiencia de afuera sabía que había que hacer algo, me enamoré de la raza por lo nobles que son, por la explotación que sufren. Decidí dedicarle mi vida a esto y dejar una huella en Chile de lo que se refiere a la protección de los galgos, es mi lucha y pienso cada día de qué forma puedo ayudar”.

SU MANADA

Teo, Luis, Elvis y Noritah.

Noritah

Elvis tuvo meningitis, hace unos tres años, y estuvo entre la vida y la muerte. Tuvo una otitis que no presentó ningún síntoma y le causó una infección que llegó a su cerebro. Afortunadamente, tras permanecer 10 días internado en Nervet se recuperó. Pero, “le vino el viejazo y necesitaba alguien al lado que lo estimulara y jugara con él. Adopté a la Noritah, una cachorra que fue abandonada en Buin junto a sus hermanos. Cuando la Norah llegó agarraba al Elvis del collar y lo tiraba para todos lados, él rabiaba y después de un par de meses recuperó la vitalidad, la juventud. Nos da una alegría tremenda y cambió toda la casa, ahora tiene dos años y medio”.

¿Y Teo?

Con la Dani, mi pareja, nos fuimos a vivir juntos, y ella tiene a Teo, vivir con la Noritah fue lo mejor para él. Nos conocimos en un parque, entonces ellos jugaban juntos, conectaron. 

Galgo Libre

Dejaste Galgos Chile y ahora estás en Galgo Libre. “Si, la primera es una fundación de rescate, la otra es un movimiento por la lucha de la prohibición total de las carreras. Hubo un momento en que estaba muy estresado, por tantos casos, el sufrimiento a uno lo marca y hay estudios que dicen que los veterinarios y los rescatistas sufren un tipo de depresión. Lo sentí, lo sufrí y dije esto tiene que parar no quiero estar toda la vida rescatando galgos, necesito hacer algo. Me salí de la fundación para poder estar centrado en mí, saber de qué forma puedo atacarlo”.

Daniel Pacheco, de Galgo Libre, le habló sobre lo que estaba haciendo la organización. “Le dije que quería hacer un trabajo de investigación porque quería acabar con las carreras. Me contaron que Galgo Libre logró las prohibiciones en Argentina, Uruguay y Brasil y dije no puede ser que en Chile aún esté pasando esto. Estoy desde hace seis meses y ha sido todo muy rápido porque todo el trabajo interno que hay de apoyo, tanto de Argentina como Uruguay es tremendo, tienen toda la experiencia y necesitaban gente que se moviera acá. Ahora, se presentó un nuevo proyecto que busca prohibir y sancionar las carreras de perros, cualquiera sea su raza, en atención a que suponen una forma de explotación de animales de compañía, en contradicción con el espíritu de la Ley N° 21.020, Sobre tenencia responsable de mascotas y animales de compañía”.

¿Qué te gustaría lograr?

Que los galgos sean libres, la forma correcta de tratar a un galgo no es exponiéndolo a una carrera. Puedes llevarlo a la playa o a un parque para que ese animal pueda ser libre y feliz cumpliendo con todas sus necesidades, teniendo un patio, sacándolos a pasear, gozando de momentos en familia, ese es mi logro. Mi fin es que el galgo sea totalmente libre y que pueda gozar corriendo sin ninguna explotación.

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