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Caso Florencia ''No es una mascota y debe ser rehabilitada''

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Especialista destaca que Florencia debe ser rehabilitada, ya que los Loros Choroy son gregarios y necesitan vivir en bandadas.

Diversas opiniones ha generado el caso de Florencia, una lorita Choroy, que fue requisada por personal del SAG y la PDI de la casa de su familia, que la tenía como mascota hace ocho años. Elba Ahumada, su dueña, cuenta que Florencia era libre, volaba por el barrio y estaba acostumbrada a regresar con su familia. Ahora temen que se deprima y aseguran que le solicitaron al SAG que la autoricen a ser su cuidadora.

Bienestar animal

onversamos con María José Abarca, encargada del Centro de rehabilitación de fauna silvestre de Codeff, sobre las características de esta especie de loros y cuál debería ser el destino de Florencia. ‘’Su caso ha demostrado la realidad que afecta al Loro Choroy, que es la tenencia ilegal como mascota. Este loro no se puede tener por ley, la Ley de Caza prohíbe su tenencia, es una especie nativa de nuestro país y es endémica, sólo existe de forma natural en Chile, no hay en otro país’’.

Actualmente, en el centro de rehabilitación de Codeff, comité Pro-defensa de la flora y fauna para la conservación de la naturaleza, el medio ambiente y la promoción del desarrollo sustentable, viven alrededor de 200 loros, de tres especies. En los 27 años que tiene el centro la principal causa de ingreso de Loros Choroy es debido a la tenencia como mascota. ‘’Llegan animales que son requisados o personas que voluntariamente se dieron cuenta que este loro no se puede tener y lo entregan directamente. Las aves llegan sin saber volar. Se trabaja el tema conductual y sanitario. La idea es que consigan desenvolverse como un animal de su especie, pero sin contacto con los humanos, porque los que estaban en una casa no saben buscar comida, están en jaulas de 50×50 cm, muchas veces ni siquiera pueden extender las alas, llegan con la musculatura atrofiada y hay que trabajar con ellos”, dice la médico veterinario.

María José destaca que ‘’estos loros no se pueden tener como mascotas, son gregarios viven en bandadas grandes, para comer necesitan estar en grupo, no son animales solitarios, necesitan interactuar con otros de su especie. Para comer tienen un sistema en que mientras todos se alimentan hay uno vigilando, y si se cerca un peligro el vigilante grita y todo el grupo de salva. No pueden estar solos, es un ave que necesita vivir en grupo. Es cierto, que los loros en general son monógamos, hacen lazos afectivos largos y si se muere la pareja es difícil que vuelvan a encontrar otro, pero en este caso debemos aprovechar de educar a la gente, que sepan que es una especie nativa, que no se puede tener en la casa, que es ilegal hacerlo y que por eso acudió la PDI y el SAG porque se estaba incumpliendo la ley’’.

La especialista menciona que Florencia estaba sola en una casa, no compartía con individuos de su misma especie. ‘’Vivía con personas, se alimentaba con lo que ellos creían que es lo común para ellos, no estaba viviendo en las características propias de su especie, no estaba siendo loro. Florencia vivía como mascota, y no puede serlo, si bien la dejaban volar y no le cortaban las plumas. Pero ahí hay una mirada desde el humano, de decir que el ave estaba bien porque no vive solo en una jaula. Al  tenerlos como mascota no se desenvuelven como un loro, no busca su alimento, se lo tienen en un plato y este tipo de aves dentro de sus conductas naturales pasan la mayor parte del día buscando alimento, es parte de su biología. Los animales que han llegado a ser mascotas han pasado por un proceso de años, en que el humano ha trabajado con la especie. Los Loros Choroy son animales silvestres, necesita vivir en la naturaleza, no van a estar mejor con nosotros’’.

¿Es posible que se deprima al estar lejos de su familia humana?

Hay una posibilidad, no lo puedo negar, pero los centros de rehabilitación evaluamos en qué condiciones físicas, conductuales y sanitarias llega el animal, para poder entregarle todas las herramientas que faltan para que el animal vuelva a comportarse como una esperaría que se comportara un loro silvestre. Hay todo un proceso de rehabilitación detrás.

¿Se ha criticado que a Florencia la tienen en una jaula muy pequeña?

Sí, en un comienzo va a estar en una jaula más pequeña porque primero se evalúa que no tenga una enfermedad, cómo está su conducta. Está en un proceso de cuarentena, dónde se estudia cómo está el animal, si está enfermo, si tiene conductas erráticas para hacer un diagnóstico y definir el trabajo que hay que hacer. Tras la rehabilitación se evalúa si puede ser liberado en su hábitat natural o si se debe quedar viviendo en un centro con otros individuos de su especie.

¿Crees que pueda volver con su familia humana?

La única opción de que regrese con su familia es que tras la evaluación que realicen los especialistas se diga que no tiene posibilidad de rehabilitación. Eso se debe evaluar, es difícil que se la devuelvan si es que existe una opción o potencial de rehabilitación, si está esa alternativa el SAG, la PDI o nosotros mismos deberíamos apelar a la rehabilitación.

¿Cómo se rehabilita un loro que ha sido mascota?

Vamos paso a paso, primero cuando sabemos que medicamente está el paciente sano, a través de exámenes y evaluación médica, empezamos a hacer todo un trabajo conductual, que es lo más fuerte en la rehabilitación de estos animales, que es a largo plazo. Luego, se le debe presentar a un grupo de loros que ya se conocen, se debe hacer de a poco, porque si lo introduces en un grupo que ya está conformado lo pueden incluso atacar porque lo desconocen. Se inserta de a poco, se le enseña a que tiene que buscar la comida, todo eso es paulatino, porque si ese cambio se hace de un momento a otro puedo generar estrés, el animal se puede deprimir y podemos tener efectos adversos, pero trabajamos de tal manera que exista un mínimo riesgo. Se hacen juegos, en el centro las jaulas están insertas en el medio, donde hay árboles nativos, se les presentan los frutos de los árboles que debieran comer, el agua está corriendo, no en un pote. Se les va cambiando el alimento de lugar, para que no crea que siempre está en la misma parte y que aprenda que tiene que moverse para buscarlo. Se van pasando de jaulas más pequeñas a más grandes, ya que hay algunos que llegan con las plumas cortadas, no pueden volar de inmediato y se debe esperar a que les crezca la pluma. Se tienen que conocer, integrarse al nuevo grupo, en general trabajamos con bandadas de al menos 60 individuos, entonces, presentar a 60, que se lleven bien, que entre ellos ordenen su jerarquía, porque son muy jerárquicos, uno manda y todos obedecen. Ellos se van armando cuando llega un nuevo integrante, puede que uno sea más mandón y dominante que otro, pero entre ellos ven el que gana. Nosotros supervisamos, pero dejamos que sea lo más natural posible, por eso se hace la inclusión paulatinamente.

¿Tienen casos similares en el centro de Codeff?

En el centro todos los animales que han llegado han estado en casa, un año, dos, hasta 10 años y hemos logrado rehabilitarlos, lo que cambia es el tiempo que toma el proceso de rehabilitación.

¿Un animal silvestre se puede adecuar a vivir como una mascota?

Nunca, porque no está diseñado biológicamente para ser una mascota. Lo tienes aislado, no comparte con otros individuos de su especie, cambian sus conductas naturales. Al centro han llegado loros que silban, que les daban vino, eso para la gente puede ser chistoso, pero cuando lo quieres insertar con un grupo de loros, es difícil. El daño que les hacemos es súper grande, pero las personas no se dan cuenta, porque los humanos lo vemos desde el punto que nos estamos complaciendo al tenerlos como mascotas y pensamos que es lo mejor para el animal porque los humanizamos, pero no se debe olvidar que son animales, son silvestres y no han pasado por un proceso de domesticación como los perros.

¿Cuánto tiempo demora el proceso de la rehabilitación?

Depende de cada individuo, pero al menos son cinco años, es mucho tiempo. Nosotros estamos apelando a tener más infraestructura, modernizarnos para poder acortar los tiempos, pero lamentablemente en los Loros Choroy, es un proceso largo, ya que se debe evaluar, diagnosticar y ver qué necesitamos para que vuelva a comportarse como uno más de su especie, los loros son muy inteligentes. El cambio puede ser brusco, que le aumente el estrés, pero se le entregan todas las herramientas para que aprenda, retome su comportamiento natural, conozca otros individuos de su misma especie y pueda integrarse con ellos, esa es la idea de la rehabilitación.

¿Cuál es tu opinión del caso de Florencia?

La PDI hizo su trabajo, hacer cumplir la Ley de Caza, estas aves no son mascotas. Antiguamente era común, tenerlos en las casas, pero eso nunca estuvo bien. Todo este tipo de animales que llegan a las casas provienen del tráfico, no es legal tenerlos y para que un ave llegue al destino vivo murió el 90% en el camino. Por el centro han pasado 1.700 loros, si multiplicas eso por diez es una gran cifra. Necesitamos destacar que detrás de estos animales hay un tráfico, no podemos seguir potenciándolo, tenemos que aprender que debe estar libre, aunque como humanos pensemos que está mejor con nosotros, esa es una perspectiva humana, no desde el animal. Lo mejor es reinsertarlo en su medio natural.

¿Y si les devuelven a Florencia?

Sería contraproducente, porque se entregaría el mensaje que puedes tenerlo de mascota, la idea es aprovechar de educar y que la gente sepa que nadie puede tener estos loros en la casa por un tema de bienestar y además es ilegal.

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