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Fernanda Urrejola & Sol "Necesitaba pasar el duelo y que llegara un nuevo amor a mi vida"

Fernanda Urrejola 800 |

Radicada en Los Ángeles, Estados Unidos, la actriz adoptó a una mestiza de Chiguagua que logró reencantarla tras la muerte de Luna, su Boyero de Berna que la acompañó durante 9 años y murió en marzo de este año. En esta entrevista habla de su amor y fascinación por los perros y aborda otros temas, como su respeto por quienes deciden comprar un animal de compañía y su convicción de que es posible un cambio para lograr una nueva manera de ver la humanidad y la sociedad.

Por Jessica Celis Aburto. Fotografías: Francisca Alegría.

Hace 2 meses, Sol dejó el shelter (refugio) donde permanecía en Los Ángeles, EE.UU., para formar parte de la vida de Fernanda Urrejola, quien apenas la vio junto a sus sobrinos, se enamoró de ella. "Era demasiado enana. Nunca me imaginé con un perro chico, pero ahí llegó ella a robarnos el corazón", recuerda.

A punto de cumplir 4 meses, esta mestiza llegó a devolverle la sonrisa que perdió cuando su amada Luna, su perrita Boyero de Berna, murió producto de un cáncer al pulmón a los 9 años, en L.A., en marzo de este año. Ella fue su primer animalito de compañía, ya que cuando creció junto a sus hermanas y vivían en una parcela, había perros, pero nunca los consideró propios, "aunque los quería muchísimo y eran parte de la familia. Con ellos no tuve la relación que tuve con mi perra. Ellos eran más salvajes, vivían en el patio. La Luna era una señorita, una princesa y se portaba mejor que cualquier humano (risas)", detalla.

Con Sol se encuentran en pleno proceso de conocerse, de disfrutar la una a la otra. "Es una mezcla de Chiguagua con otra raza que no supieron decirme (risas). Creo que algo de Dachshund tiene, porque cada día crece más alargada. Es muy tranquila. Duerme mucho porque aún es cachorrita, aunque tiene un par de momentos de locura en el día. Es muy chistosa, deliciosa. Aprendí que los Chiguaguas tienen algo de rebeldía, pero es bonito porque desafía y aprende rápido", relata.

¿Te costó mucho tomar la decisión de adoptarla, tras la reciente partida de Luna?

Fue muy difícil perder a la Luna, pero necesitaba pasar el duelo y que llegara un nuevo amor a mi vida. Más que una dificultad, ha sido un regalo, una maravilla.

Muchos describen el dolor de la partida de su animalito como el más grande de su vida, incluso más que de un familiar o amigo/as. ¿Qué le dirías a aquellas personas que enfrentan ese duelo?

El duelo es siempre difícil. Nosotros nos enamoramos de estos seres que vienen sólo a darnos luz y a enseñarnos lo que es el amor incondicional. Hay que saber que ellos siempre van a vivir menos que nosotros, así es que hay que aprovechar su amor, aprender de ellos, despedirlos con gratitud y recordar que esas penas que creemos que son inabarcables, como todo, pasan.

¿Cómo recuerdas a Luna?

Como la mejor perra del mundo. Sé que todos los dueños deben decir eso pero realmente mi perra era una maestra espiritual, me enseñó muchísimo y convivimos de una manera muy civilizada. Era muy inteligente, era como una señora, como una madre. Tenía una energía maternal gigantesca. Sabía que los Boyeros viven poquito y tuve el privilegio de ser su dueña durante 9 años. Su "dueña" es un decir, porque no sé quién era la dueña de quién (risas). La recuerdo con mucho amor. De hecho, cada vez que la pienso, siento que se me dibuja una sonrisa en el corazón, como ahora, que estoy pensando en ella.

¿Qué piensas sobre la compra de animales de compañía v/s la adopción?

Tenía muchas ganas de adoptar por la cantidad de perritos abandonados que hay, pero no puedo juzgar a alguien que quiere tener uno de raza, no me interesa hacerlo tampoco. Yo tuve una y fue el mejor regalo. Sí me gusta incentivar que la gente adopte, que hacerlo es una maravilla, y además los quiltros son demasiado inteligentes, se enferman menos y tienen un montón de cualidades para elegirlos. Por otra parte, me encanta la belleza de los perros de raza y las características de cada uno, de entenderlo como una especie única. No puedo juzgar a quien compra su perrito.

¿Qué diferencias existen entre la tenencia de mascotas en Estados Unidos y Chile?

Puedo hablar de Los Ángeles, que es una ciudad mucho más petfriendly que lo que hay en Chile, se trata muy bien a los animales. Hay mucha gente que tiene perros y éstos pueden ir a todas partes. Puedes entrar a restaurantes con tu perro, aunque claro, que hay espacios en los que no, pero hay muchas zonas y parques para ellos. En Chile me encantaba ir a la playa con mi perra, pero acá en Estados Unidos no puedes ir con perros a todas. En general está mucho más establecido el qué y dónde. No hay perros callejeros, sin embargo, se ve harta caca en la calle, entonces falta una mayor responsabilidad de parte de los dueños y de conciencia ciudadana, de la vecindad y de respetar los ambientes compartidos. Eso me llama la atención. Sin embargo, tienen mucha conciencia de cómo tratar a un animal.

Si fueras una jueza, ¿qué sanción/es aplicarías al maltrato animal y a quienes lo ejercen?

Nunca me lo había preguntado, pero quizás prohibiría que esa persona se acerque al animal o que jamás pueda tener un animal. Aplicaría cárcel, multas, trabajo social, y sobre todo que la persona haga una terapia. Creo que como sociedad tenemos que sanar muchas cosas para eliminar el maltrato de cualquier tipo. El maltrato habla de mucha carencia, de falta de amor, de mucho dolor y creo que como sociedad es interesante replantearnos para ver cómo podemos sanar. Ojalá esas personas no tengan más contacto con un animal, pero el amor de ellos también te puede sanar. Es difícil el tema.

¿Hay alguna causa animal o relacionada con la que te identifiques?

Me sumo a todas las causas por defender la vida de las personas, de los animales, del medio ambiente. Todo lo que sea seguir expandiendo el amor y la conciencia, es lo mío.

AMOR Y GRATITUD EN PANDEMIA

Fernanda está radicada en Los Angeles y ha vivido la pandemia junto a su pareja, la directora y guionista chilena Francisca Alegría.

¿Qué ha sido lo más difícil de este período y lo más gratificante?

Lo más difícil es ver sufrir a la gente, que los viejitos son los que peor lo están pasando, que los niños tuvieron que estar encerrados tanto tiempo; no poder ver a mi familia y amigos, no tener contacto físico, y la incertidumbre. Tengo la suerte de ser muy privilegiada, aún cuando tuve casos cercanos de enfermos. Este período lo he vivido desde un lado muy luminoso y eso es fortuna de pocas y pocos. He estado en un lugar lleno de amor y muy contenida, por lo que pude sacar mucho de mi creatividad, darle mucho amor a mi casa nueva; hacer un trabajo personal profundo y muy interesante. Entonces entre tantas cosas difíciles, también he tenido otras muy gratificantes.

¿Te ha dejado algún aprendizaje especial o llevado a alguna reflexión que te haya sorprendido?

Me ha dejado muchas impresiones, reflexiones y aprendizajes. Parto por la más obvia, que es entender que estamos todos super conectados y haber creído que estamos separados era una gran ilusión. Y no es una frase bonita, sino que es muy real. También aprender a tomar la responsabilidad de hacerse cargo de las cosas que a una le pasan y poder ser mejor para ti y tu entorno, y ser un aporte en general. Siento gratitud de darme cuenta de lo afortunada que soy, por no vivir desde el miedo, tener un techo, un lugar contenido y amoroso, de estar en un rango etáreo que siempre supe que no era tan terrible. También queda la lección de asumir la responsabilidad de ser una buena ciudadana y proteger a mi comunidad, siguiendo todos los protocolos para no seguir contagiando. Creo que entender que estamos interconectados y somos interdependientes, es fundamental.

INMIGRANTE ACTIVA, CIUDADANA CHILENA ACTIVA

¿Tienes alguna opinión acerca de la elección de Joe Biden y Kamela Harris como los nuevos gobernantes de USA?

Da un poco de esperanza para el futuro, al igual que en Chile se haya dado paso a una nueva Constitución, con la gente yendo a votar y con las ganas de un cambio. Creo que son ventanas de esperanza. Escuchar esos discursos presidenciales después de tanto tiempo de oír otros que estaban ligados al odio, es una maravilla. Se habla de unidad, que es el gran concepto que tenemos que acuñar entre todos, en estos nuevos tiempos. Hay mucho trabajo por hacer, no podemos descansar porque hay mucho por sanar y cambiar como especie, sobre todo para entender que estamos acá para transmutar en amor y no para perder tiempo odiando.

¿Cómo te involucras en la política norteamericana siendo inmigrante?

Me involucro con la política norteamericana informándome en lo que pueda y le haga bien a mi salud mental. Me uní a un movimiento que se llama Sí se puede, que impulsa a las mujeres latinas a sacar la voz, y hacer que su voto cuente, lo cual me parece muy importante. Por ahora sólo soy una espectadora porque no puedo votar y estoy lejos de tener una ciudadanía, pero creo que EE.UU. es una superpotencia mundial, demasiado importante como para que sus líderes derramen odio.

Votaste por el Apruebo y CC, lo cual habla de tu rol activo como ciudadana. ¿Cómo ves la actual situación social y política de Chile?

Estamos viviendo una transición súper interesante. Creo que el estallido social marcó un antes y un después. Queda muchísimo por hacer; de hecho, el trabajo aún no comienza. La gente se movilizó y expresó lo agotada que está, pero nos falta mucho que hacer. Lo interesante es que también está pasando a nivel global. Tenemos que replantearnos una nueva manera de ver la humanidad y la sociedad. Sé que puedo sonar muy romántica pero creo que sí o sí vamos para allá. Ya no podemos seguir destruyendo el planeta como lo hacemos. Este movimiento global que tiene que ver más con la esencia del ser humano más que con un país, es lo que me llena de esperanza porque creo que estamos un poco obligados a replantearnos todo. Nosotros como chilenos igual somos buenos para quejarnos, pero en relación al resto de Latinoamérica tenemos menos casos de corrupción y hemos sido más estables en muchas otras cosas. Claro que en cuanto a las violaciones de derechos humanos tenemos mucho por solucionar, pero hoy más que nunca, y antes de verlo como algo de derecha o de izquierda, como una cosa política centralizada en un Estado, creo que lo que se necesita es un cambio global, derrumbar el sistema. Ahora me pasé del romanticismo a la anarquía (risas). Me parece muy interesante que haya una convención constitucional paritaria, algo nuevo y único en el mundo. Realmente necesitamos encontrar nuevas maneras y no sé cuánto tiempo nos tome eso, pero ya estamos partiendo. Tengo esperanza, aunque el día a día se vea difícil y terrible a veces. Creo que elegimos venir a este planeta en un momento muy movido y muy interesante.

¿Cuáles serían los temas o áreas que te gustaría que mejoren en el futuro?

Los temas que más me importan y espero que cambien es la cultura, por supuesto, darle el espacio que merece. También mejorar la educación, y algo muy importante para mí es cómo vamos a replantear la infancia ahora, darle el enfoque adecuado y preocuparnos de que nuestros niños tengan sus derechos básicos para seguir construyendo una sociedad más sana. Los tenemos súper botados y no nos damos cuenta. Y no hablo sólo de los niños que están institucionalizados en el Sename; hablo de todos y todas. Sé que estamos aprendiendo y es súper fácil apuntar con el dedo y decir que todo está mal hecho, pero siento que no nos hemos sentado a reflexionar realmente sobre cuáles deberían ser las políticas en relación a la infancia. Si pudiéramos tener nuestras necesidades básicas resueltas, claro que podríamos mejorar en muchos aspectos. Entonces, me gustaría que en Chile la gente no viva en la miseria, sin educación, sin salud, sin comida y sin techo.

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