Fauna Protegida

Por gallinas sin jaulas

gallinas frente jaulas |

Diversos estudios demuestran que los consumidores valoran las políticas para mejorar el trato hacia los animales, preocupándose de que en el sistema de producción se eliminen las instancias que involucren el sufrimiento o maltrato animal. América Latina transita hacia una producción de huevos libre de jaula, pero ¿qué pasa en Chile?

Por Isabel Pinto G. La sociedad está comenzando a tener un consumo consciente, prefiriendo productos Cruelty Free, es decir, libres de crueldad animal. El gobierno francés, por ejemplo, anunció a comienzos de este año que la venta de huevos frescos criados por gallinas enjauladas se prohibirá a partir del año 2022, cuando sólo se podrán adquirir aquellos de gallinas que crecen al aire libre. “El consumo responsable es una tendencia que como sociedad no podemos desconocer. El bienestar animal responde a un interés social no sólo por parte de los consumidores; son muchas las compañías que, en respuesta a sus compromisos éticos, están sumándose a estas iniciativas dentro de sus programas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE)“, cuenta Ignacia Uribe, gerente de políticas y proyectos corporativos del Departamento de Animales y Producción de Humane Society International (HSI) en Chile, fundación internacional sin fines de lucro que promueve la protección animal. En el caso de la industria productora de huevos, las gallinas ponedoras son confinadas durante casi toda su vida a pequeños recintos de alambre conocidos como jaulas en batería, jaulas que son tan estrechas que las aves ni siquiera pueden estirar completamente sus alas. Están prácticamente inmovilizadas y no pueden desempeñar muchos de sus comportamientos naturales, viviendo en condiciones de bienestar extremadamente precarias. “Las jaulas de batería, que usan los productores de huevos tradicionales, tienen un tamaño aproximado de una hoja de papel tamaño carta, y se encierran hasta 10 gallinas por jaula. Las gallinas pasan entre un año y medio a dos años ahí, lo que es prácticamente toda su vida. Eso impide que puedan realizar sus comportamientos naturales como perchar (ubicar sus patas en ramas), darse baños de tierra, tomar sol, aletear o pastorear”, explica Uribe. Las jaulas en batería convencionales están prohibidas en la Unión Europea; cinco estados de  Estados Unidos han restringido el confinamiento en este tipo de jaulas; en India, la mayoría de los estados ha declarado que el confinamiento de las gallinas en este tipo de jaula viola su legislación sobre la crueldad contra los animales, y Bután, vecino de India, y Nueva Zelanda, también han prohibido esta práctica.

La solución

Existen sistemas de producción de mayor bienestar animal que no usan jaulas, incluyendo los sistemas libres de jaulas y de libre pastoreo. En este tipo de sistemas las gallinas pueden expresar un mayor número de comportamientos naturales, son capaces de caminar, extender sus alas, usar perchas para posarse durante la noche, cuentan con material orgánico suelto para picar, rascar y darse baños de polvo, e incluso pueden poner sus huevos en nidos. Comportamientos naturales vitales que les son negados a las gallinas confinadas en jaulas. Como hay numerosas alternativas a las jaulas en batería, los productores tienen una variedad de opciones a su disposición que pueden funcionar mejor para ellos y las aves. Los diversos sistemas se pueden agrupar en tres categorías: graneros de un solo nivel, sistemas de aviario, y sistemas de libre pastoreo.

El rol de las empresas

El bienestar animal se ha convertido en uno de los temas más relevantes de RSE a nivel global, incluyendo Latinoamérica. Veamos algunos ejemplos. Alsea, operadora líder de restaurantes en Latinoámerica, y Eurest, la empresa de servicios de alimentos más grande del mundo, se abastecerán únicamente de huevos de gallinas libres de jaula para el 2025; Nestlé, otro gigante de la alimentación, ha comenzado la transición a huevo de gallina libre de jaulas a nivel global; el Grupo Bimbo, la empresa panificadora más grande del mundo, usará sólo huevos producidos sin jaulas para el 2025. A esta lista se suman más de 200 empresas que han anunciado esta política en Estados Unidos, incluido MacDonald’s.

América Latina

Los consumidores en América Latina se preocupan cada vez más por el origen de los alimentos que consumen, y además se oponen al confinamiento de por vida de las gallinas de postura en jaulas; por ello, la industria alimentaria está convirtiendo rápidamente al bienestar animal en una prioridad. Según información de Humane Society International, la empresa brasileña Grupo Mantiqueira, la productora de huevos más grande de Sudamérica, lideró el cambio al anunciar el año pasado el lanzamiento de sus nuevos sistemas sin jaulas, sistemas en piso de un nivel, con una producción diaria de 450.000 huevos. En un artículo publicado en febrero pasado en el Globo Rural de Brasil, Leandro Pinto, fundador de Mantiqueira, aseguró que la compañía ha experimentado un incremento de 5% en la producción de huevo en estos nuevos alojamientos, comparado con la producción en los sistemas convencionales con jaulas. No sólo ha aumentado la productividad, sino que también ha mejorado el bienestar de las gallinas. En su sistema libres de jaulas, las gallinas tienen libertad para caminar, volar y estirar sus alas, y también se les provee de nidos, perchas y la posibilidad de expresar más comportamientos naturales. Otro productor de huevos, el argentino Eberle Hermanos, siguió la tendencia, anunciando en diciembre del año pasado la instalación del primer aviario automatizado sin jaulas en el país. Los huevos producidos en estas instalaciones se enviarán a la procesadora de huevo argentina Tecnovo para convertirlos en huevo líquido y en polvo, para cubrir la demanda de los procesadores de alimentos líderes en el país, que ya se han comprometido a tener cadenas de suministro de huevo 100% libre de jaula. En Chile, el productor Coliumo también se está adaptando a las demandas de los consumidores por huevos libres de jaula. La empresa inauguró recientemente el primer sistema de aviario del país, el cual producirá 30.000 huevos diarios a partir de junio, bajo la marca La Castellana.

Gallina feliz

Catalina Maino es socia de huevos Gallina Feliz, y cuenta que fueron los primeros en trabajar en nuestro país con gallinas libres. Comenzaron a fines de 2008 y su marca se transformó en un concepto. “Nosotros utilizamos el sistema Free Range, donde las gallinas viven de la manera más natural posible. Cuentan con un galpón abierto, con perchas, tienen ponederas, donde ellas se meten y ponen los huevos, y ese galpón está en medio de un gran patio. Pueden salir a comer donde quieran y después vuelven a dormir”. Cuando comenzaron sabían que en algún momento el sistema iba a cambiar, porque la gente se estaba preocupando por el bienestar animal. “Antes, cuando comprabas un huevo en el supermercado, no pensabas en cómo vivían las gallinas porque son animales que han sido invisibilizados, se perdió la capacidad de notar que son seres vivos y que sufren. La industria ha funcionado porque tienen jaulas en batería con miles de animales encerrados; cuando una se muere nadie lo nota, se cambian, mientras las otras siguen poniendo huevos. Es más fácil de manejar porque están encerradas en un galpón con la temperatura y luz controlada, con un motor que abre una cortina”. En cuanto a la tendencia de la producción libre de jaula, “no creo que todo el mundo pueda usar el sistema que tenemos en Gallina Feliz, porque es más complejo y no tan productivo. Ojalá que el sistema libre de jaulas sea el futuro, ya que los animales tienen mejor calidad de vida, y que hubiera más granjas como la de Gallina Feliz”, finaliza.

Humane Society

International (HSI):

es una de las pocas organizaciones internacional de protección animal que trabaja defendiendo los derechos de todos los animales, incluidos los de laboratorio, granja, de compañía y de toda la fauna. HSI tiene personal y oficinas en todo el mundo..

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