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Pancho Germain y Cleopatria "Recomiendo totalmente adoptar"

Pancho Germain 800 |

El creador de “Zorrones que hablan” -serie de Youtube- nos habla de los orígenes de su canal Faramalla, que cuenta con más de 167 mil suscriptores y más de 10 millones de reproducciones. Además, nos presenta a Cleo, adoptada junto a su pareja, la actriz Sigrid Alegría, quien le ha transmitido el amor por los animales.

Por Isabel Pinto G. - Make up: Paula Bruzzone - Fotos: Gonzalo Muñoz - Dirección de Arte: Mauricio Pontillo - Agradecimientos Hotel By 45. La primera vez que vi actuando a Francisco Germain (@pancho.germain), fue en un video de su serie “Zorrones que hablan”, una serie que muestra la vida de los unos universitarios del barrio alto. Su forma de hablar, a lo que se dedican, su visión del trabajo, sus penas y dramas, desde una mirada de humor y, por supuesto, mucha ironía. Después de pasar algunas horas con él en nuestra locación, By 45 de Director Hoteles, podemos decir que Pancho es encantador, talentoso y divertido, en todo momento. Nada hacía presagiar este cambio de camino, hasta tercero medio pensó que iba a estudiar derecho, pero luego de que su hermano ingresó a la carrera y supo bien de qué trataba dijo: “No quiero estudiar esto. Estaba bien perdido, fui a una de estas ferias vocacionales, asistí a la charla de cine de la UDD y lo encontré muy cool, era una carrera muy amplia, porque no te dedicas solamente al cine, puedes hacer publicidad, tienes una gama de posibilidades”. Estudió tres años. “Gracias a los estudios de cine escribo y dirijo los videos que hago”, señala. En la Escuela de cine tuvo ramos de teatro, le enseñaron a dirigir actores y se dio cuenta que la actuación le gustaba más, incluso, sus profesores lo alentaban a tomar ese camino porque le decían que tenía talento. Hubo dos experiencias que lo terminaron de convencer para cambiarse a teatro. “Actué en el musical ‘Los Miserables’ y en una serie de televisión con la Aline Kuppenheim, Alejandro Goic, Ximena Rivas. Si bien tuve un papel secundario, con esas dos experiencias dije: ‘Por acá va la micro’ y me cambié a teatro a la Finis Terrae. Me dijeron que di una súper buena prueba y quedé”.

Asegura que la carrera le costó, “era bien idiota, por no decir inmaduro. Me mandé varios condoros, pero me fue bien al mismo tiempo que me iba mal. Llegaba tarde, me eché un ramo por inasistencia, que es algo que hasta el día de hoy me da vergüenza, pero ese mismo semestre fui el mejor examen de la generación, iba compensando (ríe). Me di cuenta de que era más lo mío, pero egresé y me pasó lo mismo que a los pescados de ´Buscando a Nemo´ cuando salen del acuario y dicen: ‘¿Y ahora qué?’. comillas

El primer viral

Tras egresar comenzó a “pitutear” y presentó un monólogo en inglés, en distintos colegios. Estaba en eso cuando le llega un mensaje de la productora Otro Foco diciéndole que lo habían recomendado como guionista; pasó las entrevistas y fue la plataforma que le permitió darse a conocer. “Salió el famoso ´Escuela de zorrones: perro, papá, pichanga, piscola’, que fue el viral del verano y después de eso me independicé. Formé con dos amigos Faramalla, mi canal de YouTube, después cada uno siguió su camino y yo continué. Es una vitrina donde hago cosas vocacionalmente, con total libertad o la libertad que el bolsillo me dé, porque yo financio los videos. Lo paso muy bien”.

¿Siempre quisiste hacer comedia?

Sí, ya en Faramalla dije si queremos que le vaya bien, como había pegado con Escuela de zorrones, seguí con el tema, pero nunca pensé que le iba a ir tan bien. Todos los capítulos de “Zorrones que hablan” acumulan como 10 millones de reproducciones, es bien viral, uno de ellos fue tendencia en YouTube y le ganamos a Daddy Yankee. Honestamente no son los videos que más me entretiene hacer, pero igual lo paso bien y sé que les va a ir bien. Tengo más masivos y otros más de nicho que sé que no les va a ir bien, pero es algo que me gusta.

¿Por qué crees que les va tan bien a los videos sobre zorrones?

Primero, porque a los zorrones no les complica serlo. Son marginales del sector clase alta, es gente muy, muy privilegiada, que vive en una burbuja de acero, versus la gente de un sector marginal de clase muy baja. Al zorrón no le complica serlo porque implica status, comodidad, un look. Generalmente si eres zorrón eres guapo, hablas bien, hablas inglés y no les molesta. Por otro lado, los que odian a los zorrones, que son bastantes, les gusta la crítica, por eso a “Escuela de zorrones” le fue tan bien. Era una crítica, pero disfrazada de apología. En el caso de “Zorrones que hablan”, Felipe Robertson, la primera vez que salió todos lo odiaron, pero muchos decían que era tan odioso que cae bien. Llegó un momento en que lo echaban de menos y ahora es el protagonista porque prácticamente todos quieren verlo. Es un weón tan pesado que te cae bien.

¿En qué te inspiras para escribir estas historias?

En mi paso por el Verbo Divino era observante de esto, no quiero hacer como que no tenía ningún amigo, pero no era zorrón. Los zorrones eran los que jugaban fútbol. Nosotros somos seis hermanos, yo soy el tercero, y en el paseo a esquiar no tenía esquí, era como el pobre del Verbo Divino.

Pancho Germain y su perrita Cleopatria

¿Cómo definirías a los zorrones?

Hay tipos de zorrones. Existe el zorrón “proge”, el que es más hippie, con conciencia social, el canuto o el que es muy de derecha ¡vamos Kast! Pero, en general, hablan muy parecido. Está el que fuma pito y el que no. Para ser zorrón, uno de los votos de castidad o el decálogo, es el sector socioeconómico, el acento, la forma de hablar, las comodidades, los pasatiempos. El apellido sí y no, he conocido Soto, García y Pérez que son lo más zorrones y cuicos que hay. El colegio también juega un rol importante.

#AnimalLover

Pancho se ha vuelto doglover y catlover con los años, gracias a sus relaciones amorosas. “Tuve una polola que era muy cercana a los animales y que tuvo perros toda su vida, ahí empecé a enganchar. La Sigrid ama a los perros y los gatos, pero con los gatos tiene una conexión bien bacán, los encuentra muy cool, estéticamente fascinantes, puede estar mirando un gato horas, tiene onda con ambos. Con ella empecé a pescarlos más, no son un adorno, te relacionas con ellos, les agarras cariño, son parte de la familia y a la Cleo la adoro”.

¿Cómo llegó la Cleo?

Luciano y Baltazar, que son los hijos chicos de la Sigrid, hace rato que querían un perro. Un día iba al Costanera Center y al costado de la escalera -que está por el acceso de Luis Thayer Ojeda- había una fundación con perros rescatados. Vi un cachorro chiquitito negrito, era enano, le mandé una foto a la Sigrid y responde: “¡Lo quiero!”. Lo dejé reservado porque no me lo podía llevar y lo fuimos a buscar a una veterinaria donde estaba en hogar temporal. Le pusimos Django... De pronto, de la nada, aparece la Cleo, súper colada, una bola enana, fea (ríe). La Sigrid murió por ella y dice: “Esta quiltra hermosa” que movía la cola como diciendo: ¡Llévenme, llévenme! Dijimos: “¿Qué hacemos?”... y nos llevamos a los dos. Después se cambiaron de casa y no se dieron cuenta que había unos barrotes con mucho espacio y se escaparon los dos. “Apareció la Cleo y al Django lo encontramos ocho meses después en la Villa Frei con un pañuelo rojo en el cuello, como el Mapatacos. Se llamaba Villano y era un perro comunitario. La Sigrid lo reconoció por los ojos y por una mancha, pero todos nos dijeron: “Es un perro de acá”, lo llevamos a la casa y le cargó, dijo: “No, sáquenme”, a la Sigrid le encantaba porque tenía un carácter muy piola, era medio hippie”.

Pancho Germain y su perrita Cleopatria

¿Supiste algo de su historia?

Sí, son rescatados del Mapocho, eran de una misma camada, pero hermanos de distinto padre. Tenían dos meses cuando los adoptamos en agosto de 2018.

¿Cómo es la Cleo?

Se llama Cleopatria. Cleo por sus ojos (los tiene delineados), y patria porque es quiltra. Es adorable, yo la adoro, la Sigrid la ama. Es tranquila y protectora, pero está buena para ladrarle a la gente que pasa, cosa que no hacía antes de la pandemia. Está más aseñorada, ya no corre como antes, le falta tejer (ríe). Le encanta jugar se tira cuando hay un manchón grande de pasto con hojas, pero juega sólo conmigo, antes jugaba con el resto de los perros y los dejaba chatos. Siento que cambió con la pandemia. En ciertos periodos sacábamos media hora, no íbamos a la plaza, hay gente que es más mística y me ha dicho que es su reacción al vernos enfermos, hay un aura que ellos perciben. A veces se esconde, y me dijeron que era común que hay varios perros que han cambiado su carácter con la pandemia.

¿Qué cosas hacen con ella?

Le encanta estar con nosotros en la cama, pero cuando vamos a dormir se va a acostar al living con el gato, se lleva súper bien con Lemebel. Soy harto de sacarla a pasear y la Sigrid fuma de noche y ahí aprovechamos de sacarla juntos. Vamos a la plaza también. La llevamos a la casa de mis suegros, a los paseos, si vamos a la playa también va, en las vacaciones pasadas fuimos a Cau Cau, la llevamos y le encantó, ahí sociabilizó un poco más.

¿Le dirías a otras personas que adopten?

Sí, recomiendo totalmente adoptar, absolutamente. Es súper agradecida, al principio dormían en una caja, como lo hacían en el Mapocho. Una vez los pillé a los dos, estaban súper chiquititos, mordiendo la basura, los saqué, y me gruñeron. Antes se comía el pan solo, y ahora no, dice “amonónamelo un poco, ponle queso Philadelphia” (ríe). Antes yo le daba la orilla de la pizza, ahora no las acepta.

Pancho Germain y su perrita Cleopatria

Proyecto 1500

Es una producción de seis capítulos que tiene su eje en el estallido social, si bien la historia es de ficción, trata sobre un grupo de manifestantes que se embarcan en la misión de secuestrar a un ministro de Chile. Cuenta con imágenes reales, grabadas durante las marchas históricas. “Se hizo en otras ligas, con cámaras de cine, con una producción mucho mayor. Proyecto 1500 identifica lo que quiero hacer a largo plazo, va para ese camino”.

¿Cómo fue trabajar con Sigrid?

Habíamos trabajado juntos exitosamente, pero nunca en algo tan desafiante, fue la raja, fue bacán. Ella dirigió gran parte porque yo estaba actuado y dirigiendo, estuvo muy metida en la producción, se consiguió a actores como el Luis Gnecco, Mateo Iribarren, la Lore Bosch, Emilio Edwards, Ricardo Vergara, también estuvo la Carmen Zabala, María Elena Duvauchelle, que es una tremenda actriz que tiene un papel pequeño y aun así quiso estar. Siempre le digo a la Sigrid: “Sin ti, esta serie no se hubiera podido hacer”.

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