Rita Rodríguez González, representa a Galgo Libre Uruguay, y es vocera de Galgo Libre Internacional, que surge de la unión de fuerzas del Proyecto Galgo Argentina y la ONG Trato Ético Animal de Uruguay. Luego de impulsar el Proyecto Galgo comienza la lucha por la liberación de estos animales. El movimiento por la prohibición de las carreras de galgos nace en Argentina el año 2013, visibilizando la crueldad que existe detrás de las carreras. Durante tres años generaron conciencia dando a conocer lo que estaba pasando. “Lo único que se conocía era que había perros galgos muy veloces que estaban corriendo, no se veía lo que había detrás de eso y lo que pasaban los galgos. El 2016, las chicas de Proyecto Galgo logran que se apruebe, primero en senadores, el proyecto de ley de prohibición de las carreas de galgos e inmediatamente en dos o tres meses se logra la prohibición a nivel nacional”. Agrega que “la Ley 27.330 es icónica, fue el primer proyecto que se presentó y fue un éxito, el 16 de noviembre de 2016 se prohibieron las carreras de galgos en Argentina. Es icónica porque además es una ley penal, esto no es menor. Los galgueros en Argentina son considerados delincuentes y van a la cárcel hasta por cuatro años. Esto, es realmente increíble, Argentina ya tiene una ley penal de bienestar animal desde los años 50, pero es la segunda ley penal en torno a los animales que surge y lo hace en defensa de los galgos”. ¿Cómo lo lograron? Con un gran activismo, la sociedad civil estuvo en las calles por muchísimo tiempo y eso fue realmente lo que detonó la movida por la liberación de los galgos a nivel regional. La visibilización se hizo a través de redes sociales, los galgueros actuaban con tal impunidad, que no tenían ningún problema en difundir las atrocidades que hacían con ellos. La cantidad de drogas que les inyectaban para que los galgos corrieran, la crueldad que implica la monta forzada, la cría indiscriminada de los animales, lo que implica el descarte de los animales cuando se quiebran o se rompen como dicen ellos. Son considerados como máquinas de explotación, que están para cumplir la función de correr carreras y ganarlas, de no ser eficientes terminan siendo descartados. Se dio a conocer y se fue acumulando masa crítica en torno a esto, se empezó a visibilizar en los medios de comunicación, se hicieron investigaciones, se infiltraron en carreras de galgos. No había problemas para hacerlo porque en Argentina no se cuidaban de lo que pudieran exponer porque creían que era correcto lo que estaban haciendo. La vocera de Galgo Libre Internacional recuerda que “cuando esto pasó fue una alegría muy grande en Argentina, se festejó muchísimo. Hubo un cambio social y de mirada hacia los demás animales, porque esto implica reivindicar lo que es el trabajo digno, lo que son las buenas prácticas como ciudadanos. Dedicarnos a ser una mejor sociedad, tener trabajos que no impliquen el sufrimiento de otros, cambió muchísimo la perspectiva y generó un impacto social muy fuerte”. En Argentina las carreras de perros están prohibidas, los galgueros son considerados delincuentes y pueden ir a la cárcel hasta por cuatro años. En Uruguay fue el propio mandatario, quien las prohibió a través de un decreto presidencial. Esto es considerado un hecho histórico, ya que interfirió para terminar con una actividad de explotación de los animales. Acá te contamos cómo lo lograron.