embajador Octubre 2021 # 91 Yazmín se acuerda que justo en esas semanas a su mamá y a ella les dio Covid, enfermedad que puso en riesgo la vida de su progenitora. Thais, mestiza de dos años, se terminó por robar el corazón de toda la familia. “Yo no estuve tan mal como ella, que tuvo que ser internada acá en Santiago porque en Temuco no quedaban camas. Todos estábamos bien tristes en la casa, encerrados, y la Thais fue nuestra contención. Era un alguien por el que teníamos que preocuparnos, nos distraía y era muy cariñosa. Es demasiado educada y es tan inteligente, que es como si hubiese cachado que su estadía podría no ser definitiva y nunca se hizo pipí ni caca adentro, por ejemplo ¡Impresionante! ¡Mis papás la aman! ”. Vibras cada vez que hablas de ella… Es que me robó el corazón. ¡Ahora entiendo a la gente que tiene perros! Hasta antes de la Thais pensaba como que se rayaban un poco (risas). O sea, entendía el amor que se le puede tener a una mascota, pero ese amor desbordado que siento ahora, antes no lo lograba entender. La retribución de amor que te da un animal es único e incondicional.