¿Quién es Wilfredo? Wilfredo es el primer cerdo que recibimos en el santuario, tenía un mes y medio, era chiquitito. Saltó de un camión, algo que es frecuente en el traslado de animales, y los chicos de Elige Veganismo -una organización de activismo vegano- estaban investigando lo que sucedía en Freirina, vieron que se cayó y con mucha dificultad lograron rescatarlo. Llegó a generar un cambio, una transformación de vida en nosotros porque empezamos a ver el resto de las especies como un ser sintiente, ver cómo compartían, interactuaban. Falleció hace dos años, y para mí tiene un trasfondo grande, porque estaba embarazada, faltaba como un mes para que naciera mi hijo y Wilfredo era regalón, rico, había que hacerlo dormir en un colchón rascándole la guatita, no se quedaba dormido solo, despertaba en la noche y me iba a despertar para que lo hiciera dormir. Había un grado de complicidad importante. Luego llegó la Pancha, la Carla. “La idea fue albergar animales que no tuvieran la misma oportunidad que un perro o un gato, a los cuales no se les puede buscar un hogar porque existe el riesgo que se los coman. En ese entonces, no tenía idea de lo que era un santuario para mí era como una granja. Empecé a investigar y vimos que nosotros estábamos más bajo los lineamientos de un santuario y fue así como nació el Santuario Clafira”. Una nueva oportunidad La finalidad del santuario es brindarle un hogar seguro y de por vida, a sus habitantes. Viven en este espacio hasta que fallecen por causas naturales o alguna enfermedad. “Acá les entregamos la mayor libertad posible bajo protección. Por lo mismo el santuario es tan grande, contamos con nueve hectáreas para que los animales puedan realizar lo que deseen, que jueguen entre ellos, corran, se peleen, se enojen, que puedan desarrollar sus personalidades tal cual como tenemos la oportunidad de hacerlo los humanos”, dice Carla. ¿De dónde vienen los animales? Llegan desde distintos lugares, de personas que quisieron salvar algún animal porque lo estaban vendiendo, otras veces son animales que se cayeron de algún camión cuando iban siendo trasladados a un matadero o a engorda, algunos que quedaron huérfanos o que estaban abandonados en la calle. Vacas o caballos que atropellaron por la tenencia irresponsable de parte de sus dueños, también de incendios. En algunas ocasiones tienen la suerte de poder rescatar alguno que se va a ir a matadero, pero hay pocas posibilidades porque la industria arrasa con todo, hasta los animales que son más inservibles para ellos los ocupan, por último, para hacer hamburguesas, nuggets, lo que sea, no les dan muchas chances de ser salvados.