#YoTeAmo Daniela Viviani, escritora ''Los conejos son muy estructurados''
CONEJOS 800 |
Acaba de lanzar su segunda novela, Luisa 1912, después del éxito de la primera un año antes: Maldita Jefa. Entrar en el mundo de esta joven novelista implica saber que vive con Eulalio, Pancracio y Petronila, tres conejos que cuida y mima junto a su marido. Gracias a su mirada, podemos conocer un poco más de este animal de compañía que va creciendo en preferencias.
La escritora Daniela Viviani ha publicado dos libros, encantando con su estilo. El humor es un ingrediente distintivo, que permite empatizar con ambas historias: la primera, Maldita Jefa (2017), y la más reciente, Luisa 1912, lanzada el 2018. Las dos tienen a mujeres como protagonistas y a través de ellas la autora transmite una mirada que, incluso, podría permitirnos el autoconocimiento. Declarada animal lover, comparte su hogar con una manada de tres conejos, que representan, sin duda, un especial trío de perspectivas sobre este creciente grupo de animales de compañía.
Escritora y dueña de conejos. ¿Cómo se vincula lo uno con lo otro?
El inicio de mi vida freelancer coincide con la llegada de los conejos a mi hogar, así que podría decir que hemos crecido juntos: ellos, en kilos, y yo, en libros y kilos. He podido dedicarles el tiempo y los cuidados que se merecen. Los conejos requieren de bastante supervisión, especialmente cuando vives en departamento. Si te descuidas, tu hogar puede terminar con algún cable en mal estado o con un nuevo rincón designado para sus necesidades.
Entre los animales de compañía hay cada día más conejos. ¿Cuáles crees que son los atributos que los han hecho más cercanos a los humanos?
Me parecen muy similares a los gatos y tal vez por eso se han vuelto populares. Son bastante independientes, silenciosos y te aceptan cariño solo cuando ellos están de humor. ¡Al menos, eso pasa con los míos! Su pelo no provoca alergias y tampoco expele un olor fuerte. Para esta vida moderna de espacios reducidos, un conejo de tamaño pequeño se puede adaptar bastante bien a un departamento.
¿Qué puedes contarnos sobre el comportamiento de tus conejos?
Los tres tienen personalidades muy diferentes. Eulalio es el mayor y el temperamental del grupo. Adora que lo acaricies, por horas si fuera posible. Pero, ¡pobre de ti que lo tomes en brazos! Se enoja y te da la espalda por días. Pancracio, en cambio, es tímido y se asusta con facilidad. A pesar de eso, es el más curioso y el primero en acercarse a saludar. También es muy pillo. En la noche, a la hora de meter a los tres en la jaula, es el único al que hay que perseguir por todo el living para alcanzarlo. Y como buen hijo del medio, a veces es ignorado por los hermanos. Petronila tiene una personalidad fuerte y una papada abundante. Con los conejos, es un amor, pero a mí me gruñe y me muerde. A veces también me marca con su mentón para demostrarme que ella es la hembra dominante y yo soy de su propiedad. También es la más juguetona y con el buen apetito que tiene, con Kóte, mi marido, estamos seguros que pronto se convertirá en una “big momma”.
¿Cómo llegó el primero a tu vida?
Fue un regalo de Paulina, la chica que hacía la practica donde trabajaba. Llegué con Eulalio de sorpresa al departamento y mi marido no me habló como por tres días. ¡¿Quién diría que él terminaría adoptando después a Petronila?! En la tienda de mascotas nos decían que nadie la compraba, solo porque era de color negro, y él no dudó en traérsela a la casa. Aunque lo niegue, la idea de adoptar a Pancracio también fue suya.
¿Cuáles son sus rutinas?
Los conejos son muy estructurados: sus comidas deben ser siempre a la misma hora y en el mismo lugar. También su hora de dormir. Limpieza de jaula día por medio y cepillado dos veces al mes. Con Kote, intentamos impartir una crianza compartida con los peludos.
Al tener conejos, ¿cambió tu mirada sobre ciertos temas, como el testeo en animales o comer carne?
Digamos que jamás volvería a comer conejo.
¿Lo mejor y lo peor de tener uno?
Lo mejor es su compañía y su increíble capacidad para ser adorables. Cuando escribo, me acompañan y se acuestan alrededor mío. Y lo peor es lo caro que resulta mantenerlos. Son delicados y al ser considerados animales exóticos, sus tratamientos veterinarios son muy costosos.
¿Te consideras animalista?
Amo a los animales y estoy a favor de defender sus derechos, así como sus condiciones de vida. Sin embargo, no participo en ninguna organización, por lo que no puedo considerarme una activista en el tema.
“El humor es fundamental”
Acabas de lanzar tu segunda novela, la primera fue un éxito. ¿Qué tienen ambas en común?
Me imagino que en las dos el humor es fundamental como recurso para describir las dificultades que deben enfrentar sus protagonistas. Eso permite que uno se identifique rápidamente con ellas y así poder reírse de las propias experiencias en situaciones similares, principalmente relacionadas con el trabajo y la familia. En Luisa 1912, incluso adopté palabras de la época para sus diálogos y ¡traté de hacer chistes con eso!
El feminismo está presente en este relato a través del ingreso a la universidad en 1912. ¿Fueron los últimos movimientos una inspiración para investigar?
Sí, lo fueron. Además de entregar una lectura entretenida, con la novela busco que el lector reflexione sobre el rol de la mujer en esos tiempos tan machistas y lo comparé con la actualidad para que, primero, tome conciencia de los logros alcanzados en materia de igualdad y, segundo, recuerde que todavía hay mucho por lo que luchar y que ningún derecho, lamentablemente, se debe dar por adquirido. Si nos descuidamos, también podemos perderlos.
¿Tienes alguna crítica sobre los movimientos feministas actuales?
Sí, por supuesto, y creo que todos deberíamos tener una visión crítica respecto a las doctrinas en las que participamos. Así se genera un diálogo más rico y no se coarta la libertad de expresión de cada persona. Últimamente, me he puesto como meta practicar un feminismo respetuoso con hombres y mujeres, especialmente con quienes no se sienten identificados con el movimiento. Tampoco apoyo los mensajes y/o acciones que sitúan a un género por sobre el otro o que discriminan a la comunidad LGBT.
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