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Por qué adoramos a los cachorros

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Alguna vez viste un cachorro y sentiste el impulso por alzarlo y apoyártelo contra el pecho? La mayor parte de las personas contestará afirmativamente.

Por Marcos Díaz Videla Doctor en psicología, Universidad de Buenos Aires, autor de “Antrozoología y el vínculo humano y perro”.

Es que los cachorros resultan sumamente atractivos. Pero, ¿por qué? Para responder, necesitamos considerar cinco factores relacionados entre sí. ¡Vamos de a uno!

1. Predisposición a cuidar nuestras crías

Lo humanos, al igual que muchos animales, tenemos una predisposición innata a brindar cuidados parentales a nuestras crías. Estas conductas se activan como un impulso de atracción hacia los bebés, y debieron surgir en el curso de nuestra evolución porque incrementaban la supervivencia de nuestra descendencia. Es decir, los padres que se sentían más atraídos hacia sus bebés, los cuidaban más; estos bebés sobrevivían más que otros y, a su vez, transmitían esta predisposición parental innata a sus crías.

2. Esquema infantil

Los bebés tienen ciertos rasgos característicos que han sido denominados esquema infantil: cabeza grande, cara redondeada, frente alta y prominente, ojos grandes, nariz y boca pequeñas. Al percibir estas características, nuestro cerebro interpreta inmediatamente que se trata de una cría y que necesita de cuidados. Ahora bien, los rasgos infantiles mencionados no solo están presentes en las crías humanas, sino que también se encuentran presentes en crías de otras especies animales: como gatitos, focas o patitos. Aunque conscientemente sepamos que no se trata de nuestra descendencia, la atracción también es activada por los jóvenes de otras especies.

3. Respuesta a lo adorable

Identificar las características del esquema infantil despierta un conjunto de reacciones afectivas positivas, que han sido denominadas respuesta a lo adorable. Esta se define como un incremento en la atención y la voluntad de brindar cuidados, sentimientos positivos, conductas protectoras, y una disminución de agresión hacia la cría.Si bien esta disposición humana originalmente ayudó a las personas a ocuparse de sus propios hijos, el mecanismo es tan intenso, que se activa también frente a la presencia de las características juveniles en otras especies, despertando nuestra tendencia a brindar cuidados.

4. Neotenia

Los animales de especies cuyas crías dependen completamente de sus cuidadores para sustento y protección tienden a exhibir el esquema infantil, elicitando (provocando) cuidados parentales e incrementando su supervivencia. Superado el estado de dependencia los rasgos infantiles tienden a desaparecer o a atenuarse. Si bien las crías de animales salvajes como los lobos exhiben características que hacen que nos resulten atractivas, la domesticación ha incrementado los rasgos infantiles en las especies; y no solo eso, sino además, la retención de rasgos infantiles por más tiempo. La conservación del estadio juvenil en un organismo adulto en comparación con sus ancestros u organismos cercanamente emparentados, se denomina neotenia y fue incrementada durante la domesticación. En este sentido, nuestros perros parecen lobos infantilizados.

5. Domesticación

Los perros surgieron a partir de la domesticación de los lobos (o un antepasado en común entre ambos). Así, los perros surgieron cuando se produjeron modificaciones morfológicas en los lobos, a través de un largo proceso conducido por el hombre. Duante éste se fomentó la retención de características juveniles en los animales de edad más avanzada, haciéndolos más atractivos. Esto también aplica a otras especies de animales domésticos.

Investigaciones

Un experimento expuso en un espacio público a un experimentador acompañado de un cachorro de Golden Retriever, desde su semana de vida número 10 a la número 33 para evaluar a la gente que se acercaba a tocar o jugar con el cachorro. Encontraron que los acercamientos fueron más numerosos cuando el cachorro era más joven y disminuían con la edad. Además, durante los primeros meses, registraron más acercamientos de mujeres que de hombres; llamativamente, durante los últimos meses las proporciones de hombres y mujeres se equipararon. Así, este estudio mostró que los perros cachorros perdían atractivo con la edad, pero además, sugirió que las mujeres sentirían más atracción que los hombres hacia el esquema infantil. Además, se ha encontrado que estas respuestas a la configuración facial infantil surgen temprano durante el desarrollo. Un estudio realizado con niños entre 3 y 6 años, mostró que estos asignaban mayores puntajes de atractivo. Además, miraban durante más tiempo las imágenes de cachorros humanos, de perros y de gatos en comparación con imágenes de adultos.

Ahora sí, tenemos evidencia científica como para responder la pregunta acerca de por qué los cachorros nos resultan tan atractivos: La predisposición humana a brindar cuidados parentales a nuestras crías se activa frente al esquema infantil generando la llamada respuesta a lo adorable que incrementa nuestra atención y voluntad a cuidar. Este esquema también está presente en otras especies animales, en las que, inclusive, se han incrementado a partir de la cría selectiva dada durante la domesticación.

En base a lo anterior, algunos investigadores han sostenido que la tenencia de mascotas puede entenderse como un caso de “adopción cruzada de especies”, y que se haya originado como consecuencia de un comportamiento parental mal dirigido. Esto no implica un error de juicio. Todos somos conscientes de que los animales de compañía no son nuestra descendencia. Sin embargo, los sabemos dependientes de nosotros y estamos dispuestos a brindarles nuestros cuidados, como si fueran hijos.