Los animales también se han visto afectados por las medidas lanzadas por el Gobierno, mientras algunos disfrutan de largas jornadas con sus humanos, otros han visto restringidos sus paseos y salidas outdoor ¿Afectan los cambios de rutina a nuestros perros? ¿Qué podemos hacer para mantenerlos activos? ¿Qué pasará cuando sus tenedores regresen al trabajo? Especialista en comportamiento animal responde nuestras inquietudes y nos aconseja cómo prevenir posibles problemas de ansiedad por separación.
Por Isabel Pinto G.
“Los cambios de rutina afectan profundamente a todas las especies, cuando te enfrentas a un nuevo trabajo, la primera semana andas estresado, no sabes cómo desenvolverte en el ambiente nuevo y te toma un tiempo adaptarte, con los animales ocurre lo mismo. En ellos podríamos ver dos procesos: el de adaptación y qué va a pasar cuando vuelva a la rutina normal. Independiente de cual sea el escenario, esto va a afectar a todos los perros, en mayor o menor medida. Incluso un perro que pasaba todo el tiempo con su dueño, ahora el dueño puede estar más ansioso, más nervioso, y eso el perro lo percibe. Los perros tienen la capacidad de empatía, de entender nuestros estados emocionales, por lo tanto si es que yo estoy nervioso y preocupado el perro también va a andar así’’, explica Vicente Celedón, médico veterinario y etólogo.
Cambios conductuales
Debido a las modificaciones en la rutina, los perros pueden presentar cambios conductuales, por ejemplo, un perro tranquilo puede estar más nervioso e inquieto, puede ser que antes no ladraba y ahora lo hace. Los animales pueden presentar cambios en su comportamiento general, y debemos estar atentos. ‘’En un perro que pasaba todo el día con el dueño, y ahora sólo ve el cambio de su estado anímico el impacto es mucho menor, que en un perro que estaba todo el día solo y ahora está todo el día acompañado, también puede ser el caso de un perro que estaba todo el día con el dueño, pero tenía paseos eternos, mil actividades, se iban a tomar un café, al mall y ahora está todo el día encerrado. Hay que dimensionar cada cambio de acuerdo a cada situación’’, agrega el especialista en comportamiento animal.
Un perro que estaba solo todo el día y ahora está acompañado, va a tener más problemas al retomar su rutina que con la situación actual. El fundador de Dog Teacher, destaca que ‘’ese perro ahora está feliz con el amo en la casa, pero vamos a volver a trabajar, y a ese perro hay que prepararlo para el cambio que implicará la vuelta a la rutina. En el caso de un perro que estaba acostumbrado a tener una rutina con harta compañía del dueño, pero con mucha vida outdoor hay que prepararlo para soportar esta nueva vida encerrado en casa’’.
Qué hacer durante esta cuarentena
Mantener el gasto energético:
El perro que tenía mucha vida fuera de la casa necesita mantener un nivel de gasto energético más o menos similar. “Nos guste o no, debemos asumir que nuestros perros viven en cautiverio, aunque tengas una casa con un patio grande, están en cautiverio, y ese ambiente al igual que el de un animal de zoológico es pobre en estímulos para tu perro, por eso tiene que salir a pasear, tener actividades con el dueño, acompañarlo a un café, ir a comprar comida al almacén de la esquina. Cada salida que tú puedas hacer, ya sea de abastecimiento u por otra necesidad, ojalá hacerla con el perro, no pierdas la oportunidad de sacarlos’’, dice Vicente Celedón.
El entrenamiento es un tipo de enriquecimiento que se llama enriquecimiento cognitivo, y es uno de los más completos. El etólogo explica que existen diferentes tipos de enriquecimiento, desde el punto de vista físico, le modificas el ambiente; el alimenticio, puedes variar el tipo de alimento o la presentación; sensorial presentas algún olor o colores diferentes. Social puede ser variar el grupo de perros con que se relaciona o personas. Y finalmente, está el cognitivo que es hacerlos pensar. El entrenamiento es el más completo de los enriquecimientos. ‘’Entrenar a tu perro, en distintos ejercicios, comandos es sumamente positivo para ese gasto energético. Por ejemplo, realizar juegos de olfato, 15 a 20 minutos de esta actividad, equivale a una hora de ejercicio. Esto es ideal para el perro que necesita gastar energía dentro de la casa, que es un escenario que sí o sí vamos a tener todos’’, agrega.
Enriquecimiento ambiental:
Podemos enriquecer el ambiente de nuestro perro desde el punto de vista olfativo, espacial, alimenticio, es decir, agregar estímulos que le permitan una variación y promuevan conductas naturales. ‘’Aquí es donde nos tenemos que poner creativos, porque no todo el enriquecimiento ambiental pasa por la alimentación, en general, todos los enriquecimientos ambientales que vemos en Internet utilizan comida: meterle pellets o premios en una botella, en un Kong, en la caja de huevos, en un tubito de confort. La alimentación, obviamente, es el enriquecimiento más fácil y efectivo en los perros, pero puedes plantar semillitas de pasto, de alpiste, y que el perro coma u olfatee el pasto, ponerle olores distintos, aromaterapia. Algún estímulo olfativo diferente para que el perro tenga que explorar a través de la nariz. Audición, ponle ruidos distintos, cosas que le generen una variedad en el ambiente’’, dice el médico veterinario.
Espacio de juego:
Las rutinas de juego son sumamente importantes en este momento, ya que generan un gasto energético importante ademas de generar vínculo con el humano. Es súper efectivo y tiene varias ventajas, pero hay que hacer una diferencia el juego con una cuerda (tira y afloja) es un juego social, no es egoísta como la pelota, y además tiene que pensar. ‘’Cuando un perro va a buscar la pelota es simplemente un instinto predatorio: persigo, agarro, traigo, pero no estoy escuchando, no estoy pensando, no hay instrucciones. Recuerden que lo que cansa al perro es el pensar, no es el hacer. El perro puede correr una maratón sin haber entrenado ni una semana, pero en el espacio de juego, el perro tiene que pensar y lo agota tanto física como mentalmente’’, dice Vicente Celedón. (
de Dog Teacher puedes aprender cómo enseñar el espacio de juego).
Cuidado con sobreestimularlos
La sobreestimulación es uno de los errores más comunes que cometen los tenedores. El doctor menciona que ‘’Veo perros que son realmente una ametralladora de conductas: me siento, me echo, salto, me doy la vuelta, te ladro, reboto contra la muralla, levanto la pata. Lo que tú no quieres es tener un perro sobreactivado, eso es pésimo para la cabeza del perro porque no lo dejas estar tranquilo. Los entrenamientos debieran ser todos en calma, tranquilos sin elevar los estados de ansiedad. Deben ser de progresiones lentas, si es que un día quieres entrenar el ‘quieto’, no hago un avance del quieto de un metro hasta 15 metros, entreno desde un metro hasta los tres. Entreno muchas veces con mucha calma, con los días voy aumentando la distancia. El tiempo de entrenamiento depende de la capacidad de cada perro y de la concentración, se debe ir evaluando, pero en general entre 15 o 30 minutos en la mañana, 15 y 30 minutos en la tarde es súper bueno’’.
Cómo ayudarlos
Uno de los escenarios muy probables que nos va a pasar es que cuando volvamos a nuestra vida normal, el perro se va a haber acostumbrado a esta nueva rutina, de estar mucho con el dueño, de tener muchas actividades para gastar la energía, de tener un vínculo súper fuerte. De la noche a la mañana volveremos al trabajo y el perro no va a entender lo qué pasó. ‘’Los perros no hablan español y no le puedo explicar que vamos volver a trabajar, él no lo va a entender, simplemente lo va a sentir como un abandono, aunque sea su casa, aunque esté en el ambiente conocido, aunque yo vuelva en la tarde, para él es un cambio muy profundo. Por lo que debemos anticiparnos a ese cambio", dice Vicente Celedón.
Genera espacios de independencia:
Permítele al perro estar solo, entender que estar solo también es entretenido. Cuando le hagamos un juego con enriquecimiento ambiental, un juego de olfato o un juego con un Kong, o cualquier cosa así, permitámosle al perro hacerlo en una pieza, solo y tranquilo. No tienes que estar todo el rato al lado, mirándolo, celebrándole o diciéndole ‘busca, busca’ encima, dale espacios donde él pueda estar tranquilo. Otra forma de favorecer los espacios de independencia es si fuiste a comprar con él, al negocio de la esquina, y se agotó un poco con el paseo, al volver le dejas un Kong en una pieza, con su cama y la puerta cerrada, cosa que él pueda tener un espacio de independencia, donde se pueda calmar, relajar y dormir. No debemos estar todo el día con el perro al lado, eso es un error.
No reforzar estados ansiosos o la demanda de atención:
Si es que el perro está gimiendo en la puerta, lo tomo en brazos y le digo ‘’no pasa nada, tranquilo’’, le estoy premiando ese estado ansioso. Si el perro viene y me pide cariño, le estoy premiando esa ansiedad que está generalmente asociada con el ‘’dame cariño’’. Si es que me ladra para llamar mi atención y yo le hablo, estoy premiando ese estado ansioso. Debemos tratar de ignorar ese tipo de conductas, tampoco hacer el teletrabajo con el perro en la falda, hay que incentivarlos a que estén en el sofá o en la terraza tomando sol.
Reforzar estados de calma:
Va de la mano con no reforzar los estados ansiosos. ‘’Cada vez que tu perro está en la terraza tranquilo durmiendo, tú tienes unos premios al lado de tu computador, ves que está tranquilo y le tiras un premio, que le caiga al lado y siga durmiendo, estás premiando la calma, la independencia. Enséñale a tu perro que cuando está tranquilo llueve comida del cielo’’, menciona el etólogo.
Finalmente, Vicente Celedón destaca que ‘’este es el momento que tú tienes para ayudar a tu perro a solucionar problemas de comportamiento. Imagínate, cuándo vas a volver tener dos semanas para estar en la casa. También es un momento súper positivo para adoptar un perro, sólo tienes la desventaja de no poderlo socializar muy bien, pero en el fondo es una oportunidad para mejorar muchas cosas’’.
Respétalos
Vicente Celedón destaca la importancia de respetar a los perros, si bien humanos y niños pueden estar aburridos durante la cuarentena, ‘’el perro no es un peluche con el que puedo estar jugando todo el día, no es un objeto de entretención. ¡Ojo! porque vamos a tener muchos problemas posteriores de agresión a los niños, porque el perro se aburrió que el niño, que también estaba aburrido, lo molestara, y el perro reaccionó. Hay que limitar a los niños y debemos ponernos en las patas de los perros, qué le pasa a él con que un niño lo ande molestando todo el día’’.