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Animales no humanos y proceso constituyente tras el "Acuerdo por Chile"

Tras el rechazo el pasado 4 de septiembre a la Propuesta de Nueva Constitución presentada por la Convención Constitucional (en adelante "Propuesta 2022"), la cuestión sobre los derechos animales entró en una nueva etapa, en la cual conseguir herramientas jurídicas robustas para protegerlos se ve difícil.

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Tras el rechazo el pasado 4 de septiembre a la Propuesta de Nueva Constitución presentada por la Convención Constitucional (en adelante “Propuesta 2022”), la cuestión sobre los derechos animales entró en una nueva etapa, en la cual conseguir herramientas jurídicas robustas para protegerlos se ve difícil.

Por Fundación Abogados por los Animales (APLA)

En la materia, las discusiones actuales en el Congreso han girado en torno a leyes tales como tipificar el delito de faenamiento de animales de compañía, prohibir el uso del concepto de carne en productos de origen animal y también el cambio de estatus jurídico de los animales no humanos para reconocerlos como seres sintientes. En este último caso, el debate es del todo preocupante pues si bien en la Propuesta 2022 pretendió dotar a los animales de la calidad de sujetos de derecho, avance vanguardista a nivel mundial, vemos que nuestro actual Congreso actúa recelo conceder el estatus jurídico de “ser sintiente” a los animales no humanos, lo cual siguiendo la experiencia comparada de países tales como Alemania, Francia o España, no ha desencadenado en ninguna catástrofe ni mucho menos ha acabado con la explotación animal como a muchos nos gustaría. En este sentido, la derrota en el proceso constituyente ha sido bastante dura para la lucha por los derechos animales.

No obstante, el proceso constituyente sigue vivo y el pasado 12 de diciembre las diversas fuerzas políticas firmaron el denominado “Acuerdo por Chile”, mediante el cual se trazó un nuevo itinerario constituyente, con serios ajustes respecto del anterior promovido por el “Acuerdo por la Paz” de 2019. Algunos aspectos preocupantes de este acuerdo son la existencia de las denominadas “Bases Constitucionales”, que operan como bordes del proceso y también la orgánica definida, pues ahora hay un Consejo Constitucional con 50 integrantes que es acompañado por una Comisión Experta que cumplirá un rol de presentar un anteproyecto y luego revisar la propuesta que emane del Consejo, y también por un Comité Técnico de Admisibilidad que velará por el respecto de las Bases.

Si bien el proceso presentado por el acuerdo puede ser criticado por diversos aspectos (por ejemplo: bordes que buscan mantener algunos aspectos de la actual Constitución, orgánica que otorga bastante poder a los partidos políticos y un itinerario acotado que difícilmente dará espacio a la participación ciudadana), desde el activismo político por los derechos animales tenemos que empezar a organizarnos para ser parte de éste.

Las Bases Constitucionales del acuerdo no mencionan en ninguna parte a los animales no humanos, ni a la a la naturaleza como sujetos de derecho, pero elementos tales como establecer el compromiso al cuidado y conservación de la naturaleza nos dan espacio suficiente para introducir en la discusión la necesidad de la protección animal y -si vamos un poco más allá- a los animales como sujetos de derechos. Tenemos que ir más allá de lo establecido por el acuerdo, que las bases establecidas sean interpretadas como mínimos y podamos extendernos a aspectos tales como incluir a los animales no humanos en la nueva Constitución; en esta tarea el activismo es fundamental para insistir que en el pasado proceso uno de los temas que más consenso generaba en la opinión pública era justamente el respeto por los animales .

Actualmente existe la Plataforma Constitucional por los Animales, conformada por Fundación Abogados por los Animales, Derecho y Defensa Animal y Vegetarianos Hoy con el objetivo de incorporar a los Animales No Humanos en una nueva Constitución de Chile . Al igual que en el proceso anterior, la incidencia política en favor de los animales no humanos cobra una importancia fundamental, campañas como No Son Muebles y Animales en la Constitución lograron su objetivo en el proceso pasado. En el escenario actual, se necesitará más trabajo, organización y energía para lograr nuestro objetivo, el cual si bien pareciera estar cuesta arriba, no es imposible.

Foto de Ellie Burgin en Pexels.