Esta especie es altamente perseguida por cazadores furtivos, los que han disminuido drásticamente su número en los últimos años.
Esta semana conocimos un preocupante estudio que señalaba que el ritmo de extinción de especies se había acelerado hasta mil veces, en relación a la frecuencia normal. Esta situación parece ser extendible a la mayor parte de la fauna del planeta, particularmente a los ejemplares más demandados. Un claro ejemplo es lo que ocurre con los elefantes.
Una investigación llevada a cabo por la organización Avaaz, en conjunto con la Universidad de Oxford, alertó que los elefantes podrían desaparecer en un periodo de quince años debido al comercio de marfil. Recordemos que esta especie es altamente perseguida por cazadores quienes, de forma ilegal, los matan para quitarles el marfil, muy utilizado en la fabricación de joyas, adornos y otros implementos.
Los investigadores descubrieron que el 75 por ciento de las piezas de marfil eran ofrecidas en el mercado como anteriores a 1947, cuando en realidad provenían de una época mucho más reciente. El 19 por ciento de los objetos fueron elaborados con marfil de elefantes que vivieron entre 1990 y 2000. Cabe mencionar que en Europa, el comercio de este elemento está permitido siempre y cuando sea de una pieza anterior a 1947; por lo mismo, muchos vendedores intentan comerciar sus objetos haciendo parecer que viene de un marfil antiguo.
“Esto demuestra que el marfil ilegal está siendo vendido en toda Europa. Esto debe ser el final de este comercio sangriento. Todos los días la venta de estas ‘baratijas’ nos acerca al fin de los majestuosos elefantes”, señaló Bert Wander, director de campaña de Avaaz. Desde la organización hicieron un llamado a los líderes de los países involucrados a que dispongan medidas más rigurosas para detener la obtención y el comercio de marfil.
El estado de conservación de esta especie es más que preocupante; de hecho, entre 2007 y 2014, el número de elefantes africanos de sabana disminuyó un 30 por ciento debido a la caza furtiva y la destrucción de hábitats. Así, durante este breve periodo, se registró la muerte de 144 mil elefantes.