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Tradiciones y crueldad: Un debate necesario en Fiestas Patrias

Rodeo | Instagram @rodeoytradicion

¿Realmente es válido usar la etiqueta de tradición para tolerar actividades violentas y crueles como el rodeo y las carreras de perros?

Septiembre trae consigo las celebraciones patrias en Chile: empanadas, cueca, volantines y un ambiente lleno de alegría y celebración. Pero detrás de esta festividad, también se realizan prácticas que se justifican bajo el manto de la "tradición" y que implican explotación y crueldad hacia los animales, como el rodeo, las domaduras, las jineteadas, e incluso, recientemente -y de forma bastante cuestionable- las carreras de perros. ¿Realmente es válido usar la etiqueta de "tradición" para tolerar actividades violentas y crueles?

José Binfa Archivo personal

Como seres humanos, creamos cultura y tradiciones que nos identifican y unen. Estas tradiciones pueden ser artísticas, gastronómicas o culturales, y se transmiten de generación en generación. Sin embargo, que algo sea tradicional no significa automáticamente que sea bueno o moralmente aceptable. A lo largo de la historia, prácticas como la esclavitud, la mutilación genital y los sacrificios humanos también fueron consideradas tradiciones en algunas sociedades, pero hoy en día las rechazamos completamente.

Entonces, ¿es suficiente que algo sea una "tradición" para que siga existiendo? En una sociedad que evoluciona constantemente, es crucial cuestionar y revisar aquellas prácticas que no deseamos transmitir a las futuras generaciones. En Chile, por ejemplo, las corridas de toros, actividad que desde los primeros años de la conquista fue desarrollada en distintas partes del país, destacando las ciudades de La Serena y Valparaíso, donde se iban agregando más actividades que complementaban a la corrida de toros, pero que en el año 1823 fueron abolidas en todo el territorio nacional; otro ejemplo son las peleas de gallos, populares en el siglo XVIII, pero hoy prohibidas debido a las leyes contra el maltrato animal.

En el siglo XXI, ya no podemos seguir utilizando la excusa de la tradición para justificar actividades crueles hacia los animales. El rodeo chileno, por ejemplo, cada vez tiene menos justificación bajo este argumento. Diversas encuestas, como la realizada por Criteria en 2022 y 2023, muestran que el 75% de los encuestados no se sienten identificados con esta práctica.

Es tiempo de reflexionar seriamente sobre qué tipo de tradiciones queremos preservar. La cultura y las tradiciones no son inmutables; pueden y deben cambiar cuando ya no representan nuestros valores éticos y morales. ¿Por qué perpetuar prácticas que causan sufrimiento, cuando podemos elegir caminos que celebran nuestra identidad sin dañar a otros seres vivos?

Cuestionemos lo que consideramos inamovible. No todas las tradiciones merecen ser celebradas. Es nuestra responsabilidad, como sociedad, decidir cuáles prácticas seguirán formando parte de nuestra cultura y cuáles dejaremos atrás en favor de un futuro más compasivo y ético. Es un desafío, sí, pero uno que vale la pena enfrentar.

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