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Colonias de gatos y la urbanidad: Un desafío urgente para la protección animal

La existencia de colonias de gatos se ha convertido en una realidad en distintas localidades y especialmente en las zonas urbanas de Chile. Estos grupos de felinos, que viven y se reproducen sin control en la calle, son el resultado del abandono y el maltrato animal.

Colonia de gatos, Tolgraw en Pexels
Colonia de gatos / FUENTE: Tolgraw en Pexels

Si bien, para algunos, estos animales son vistos como una plaga o molestia, la realidad es que son seres sintientes, dignos de protección, que merecen nuestro respeto y un trato ético, justo y responsable. En este contexto, se vuelve fundamental entender cómo este tema puede ser gestionado y qué rol deben cumplir las autoridades, particularmente los municipios, que constituyen la autoridad más cercana al conocimiento de la realidad de los vecinos de cada comuna y que la ley les entrega competencias en materia de control de población animal.

Las colonias de gatos ¿Qué son y por qué podrían ser tildadas de un problema?

Una colonia de gatos es un grupo de felinos que habitan en un área determinada, generalmente cerca de una fuente constante de alimento, como mercados, parques, condominios o recintos industriales. Estos gatos son de vida libre, nacen y viven en la calle, donde se adaptan a un entorno normalmente hostil y muchas veces precario. En la mayoría de los casos, estos animales carecen de un lugar donde refugiarse, de cuidados veterinarios o un acceso confiable y permanente de alimentación, lo que los deja en una situación de total vulnerabilidad.

José Binfa / Archivo personal
José Binfa Archivo personal

Las colonias de gatos, aunque forman parte de los animales con los que convivimos en la urbanidad, tienen un impacto significativo tanto en la salud pública como en el de supervivencia de otras especies animales. Dentro de los problemas que se suelen asociar con los gatos de vida libre se encuentra, por un lado, que pueden transmitir enfermedades zoonóticas y generar problemas con sus heces en la comunidad y, por otro lado, generar daños a las especies de flora y fauna autóctona que son atacadas por estos felinos, lo que amenaza el ecosistema del país.

Nueva perspectiva: La convivencia humana con las colonias de gatos

Lo planteado en el párrafo anterior es una discusión con argumentos más que conocidos, donde no se tiene presente que estos gatos no son responsables de su situación, ellos están en estos lugares porque fueron abandonados o nacieron en la calle, sin acceso a los cuidados básicos que cualquier otro animal doméstico debe recibir.

El manejo de las colonias de gatos debe basarse en soluciones que respeten tanto la vida de los animales como la seguridad de las comunidades humanas. El TNR (Captura, Esterilización y Retorno) es, actualmente, el método más recomendado y efectivo para controlar las poblaciones de gatos de colonia y el cual es principalmente utilizado por organizaciones promotoras de tenencia responsable de nuestro país, con poco o nulo apoyo del Estado.

Gatos / Kowalievska en Pexels
Gatos Kowalievska en Pexels

Este método implica capturar a los gatos, llevarlos ante un profesional veterinario para que le practique una esterilización, y posteriormente, devolverlos a su colonia original. Esta acción no solo previene la reproducción descontrolada, sino que también mejora la calidad de vida de los gatos.

El método TNR ha demostrado ser efectivo, pues al reducir el número de gatos que nacen, las colonias de gatos se van auto regulando de manera natural a lo largo del tiempo, sin generar una sobrepoblación. Este proceso también disminuye el comportamiento territorial agresivo entre los felinos, promoviendo una convivencia más armoniosa.

La normativa que regula las colonias de gatos en Chile

En Chile, el control de población de animales de vida libre está regulado por la ley de tenencia responsable (ley N°21.020), cuerpo legal que tiene como objetivo promover el bienestar de los animales y establecer medidas para controlar la población de estos, sin recurrir a métodos crueles.

El reglamento de la ley de tenencia responsable (Decreto 1007/2018 del Ministerio del Interior) define en la letra d) de su artículo 1° a las colonias de gato como: "Grupo de animales de la especie felina sin tenedor responsable directo, que cohabitan en un territorio que puede tener una extensión variable." Dicho artículo, además, señala que, dentro de un plan de manejo poblacional, a una colonia se le puede asociar a una dirección o ubicación, y efectuar el control mediante el método TNR, ordenando a la autoridad municipal hacer seguimiento en el tiempo de estas.

Gatos / Mark Yu en Pexels
Gatos Mark Yu en Pexels

La ley y su reglamento establecen que los municipios tienen la responsabilidad directa en la implementación de programas de control de animales de vida libre, lo que incluye a las colonias de gatos. A continuación, se describen algunos puntos clave de la normativa que regulan este tema:

El rol de los municipios: Según el artículo 40 del reglamento, los municipios son responsables de gestionar y promover programas de control de nicho para el control de la población de gatos y otros animales de vida libre. Estos programas deben basarse en un enfoque ético y utilizar estrategias como el método TNR, que es más respetuoso con los animales y permite un control sostenible a largo plazo.

Colaboración con organizaciones: La ley y el artículo 39 del reglamento establece que los municipios podrán colaborar con organizaciones promotoras de tenencia responsable para implementar estos programas de manera eficiente y ética. La colaboración entre el sector público y las organizaciones no gubernamentales es fundamental para asegurar que los programas sean eficaces y respetuosos con el bienestar de los animales.

Registro: El mismo artículo 40 señala que las municipalidades deben identificar las zonas o sectores con colonias de gatos y llevar un registro.

Gatos / Ian Panelo en Pexels
Gatos Ian Panelo en Pexels

La importancia de la acción municipal en la gestión de las colonias de gatos

Los municipios juegan un papel fundamental en la gestión de las colonias de gatos y a través de políticas públicas claras y bien implementadas, pueden mejorar significativamente la situación de los animales de vida libre. Además, es crucial que las autoridades locales trabajen de la mano con las organizaciones promotoras de la tenencia responsable, las cuales pueden aportar la experiencia y los recursos humanos necesarios para ejecutar programas eficaces de esterilización y cuidado.

El control de las colonias de gatos no debe ser visto como una tarea secundaria para las autoridades municipales, sino como una obligación dentro de su responsabilidad por el bienestar de los animales y la salud pública. Los programas de esterilización, en lugar de medidas punitivas como la captura indiscriminada y la eutanasia, son una solución más ética y efectiva. Además, las municipalidades deben sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de tratar a los gatos de colonia con respeto, educando a la población sobre el TNR y alentando la participación de las organizaciones de protección animal en su cuidado.

La responsabilidad de todos

El manejo de las colonias de gatos es una responsabilidad compartida. Si bien las autoridades municipales tienen un rol protagónico, la comunidad también debe ser parte activa de la solución. Fomentar la adopción responsable, evitar el abandono de animales y promover prácticas de cuidado ético son acciones que deben ser adoptadas por toda la sociedad.

Gatos / Ezz7 en Pexels
Gatos Ezz7 en Pexels

El bienestar de los animales no es solo una cuestión de políticas públicas, sino también de conciencia social. Si como sociedad logramos comprender la importancia de gestionar las colonias de gatos de forma ética y sostenible, no solo mejoraremos la calidad de vida de estos animales, sino también la convivencia en nuestras ciudades. La Ley N° 21.020 y su reglamento son herramientas esenciales para lograr este objetivo, pero solo con el compromiso de todos podremos avanzar hacia un futuro en el que los gatos de colonia puedan vivir en condiciones dignas y sin el sufrimiento que actualmente enfrentan.

De esta forma, necesitamos un Estado que garantice el respeto a los animales de vida libre, entre los cuales se encuentran las colonias de gatos, pues no podemos seguir entregando esta responsabilidad solo a la capacidad y recursos de voluntarios que desinteresadamente intervienen en estos casos.