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Francisca Collado: La vida con 3 felinos parapléjicos

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Vive junto a su pareja y siete gatos, de ellos, tres son parapléjicos. Sobre sus cuidados, su motivación por rescatarlos, adoptarlos y por qué la gente no debe tener miedo a sumar un animal con capacidades diferentes a su familia.

Por Isabel Pinto G. Fotografías: Gonzalo Muñoz

Llegamos al departamento de Francisca Collado Burrows y Sebastián Barrientos ansiosos por conocer a Turbo (@turbo_elgato en Instagram), Franklin y Sureña. Nunca habíamos tenido la oportunidad de compartir con gatos parapléjicos y la verdad, es que no son muy distintos al resto de sus ‘’hermanos’’. Esta pareja vive junto a 4 gatos más: Osiris, Blanca, Almendra y Chiqui. Mientras algunos están descansando en el living, otros disfrutan del sol en la terraza, al verlos recostados sólo distinguimos a los parapléjicos porque llevan un pañal.

LA RUTA CATLOVER

A Francisca le gustaban los perros cuando era pequeña, pero a los 15 años, hoy tiene 28, rescató una gata y se enamoró profundamente. ‘’Me rompió todos los paradigmas, dicen que son ariscos, más independientes, que no te pescan, que son rencorosos. Su personalidad va en cómo uno los críe, hay que hacerlo con tranquilidad, respetar sus espacios. No lo di en adopción porque me encariñé a full. Se llamaba Morita, era como una suricata, se ponía todo el rato en dos patas, y se sentaba como Bart Simpson, toda echada. Fue mi primera gatita, la botaron en un canasto, cerca de la casa de mi suegra’’.

A la fecha, ya son 40 gatos que ha rescatado, cuidado, esterilizado y les has ha buscado un hogar. ‘’En el condominio que viven mis papás había tres gatas asilvestradas, las íbamos atrapando para ir esterilizándolas. En un comienzo era imposible hacerlo y siempre había gatitos chicos. De hecho, mis cuatro gatos, los que no son parapléjicos, también son de esas gatas, pero finalmente las logramos esterilizar a todas’’.

“CON AMOR TODO SE PUEDE”

Turbo fue el primer parapléjico que rescató. En octubre de 2018, estaban en el condominio de sus papás cuando vieron un gatito en un jardín, ‘’tenía tres semanas de vida y estaba arrastrándose. Tocamos el timbre de la casa, salió una señora y le dijimos que su gato estaba atropellado en el jardín, ella nos dijo que llevaba tres días así. Estaba con Sebastián, nos miramos y fue como: ‘Eres el peor ser humano que conozco’. Empezamos a tratar de agarrar a Turbo, lo atrapamos y para más remate, la señora dice ‘qué bueno lo que ustedes hacen’’. Llamé a mi hermana, que es veterinaria, pensé que estaba agonizando, tenía tres costillas y la columna fracturada. Lo más probable es que las fracturas hayan sido por una patada o un escobazo’’.

Tuvieron que aprender cómo cuidar un gato parapléjico...

Sí, pero cuidar un animal parapléjico es lo mismo que cuando uno trata de hacer sobrevivir a un gato de una o dos semanas de vida. Tienes que estimularlo, darle comida cada 3 horas, al final es un gato chico con el que tienes que desempeñar el rol de mamá, pero hay que estimularlo para que hagan sus necesidades.

¿Usan pañales porque no controlan esfínter?

Depende del gato. Turbo y el Franklin, tienen vejiga continente, no hacen solos. Hay que apretarles la vejiga para que hagan, y la Sureña hace por rebalse, cuando se le llena la vejiga se hace sola. Pero igual le hacemos pipí a la misma hora que a los otros, para cuidar los riñones y evitar infecciones urinarias, cálculos. Tenemos un sistema con el que reducimos riesgos.

¿Por qué decidiste adoptar otros gatos parapléjicos?

Cuando llegó Turbo teníamos al Osi, Almendra y Blanca, ellos le hacían bullying. Jugaban con él, pero en algún momento se subían a los muebles y Turbo se quedaba mirándolos, me daba pena, porque desde arriba lo molestaban con las patas. Lo único que quería era que tuviera un compañero y el 2019 llegó Franklin, un gato de La Serena rescatado por Fundación Adopta, que lo habían encontrado botado y lo trajeron a Santiago.

¿Cómo se dio la relación entre ellos?

Fue horrible, se odiaban (ríe). El Turbo aprendió a escalar la silla, el sofá; Franklin nunca aprendió, pero con el tiempo, se amaron. Tienen peleas como hermanos, pero de repente se quedan dormidos en la misma cama juntos. Llegamos del trabajo y están frente con frente durmiendo juntitos, abrazados. Igual se quieren.

¿Y Sureña?

Fue súper chistosa la historia. Publicaron su caso en Facebook, que era un gatito que necesitaba ayuda pero nadie respondía los mensajes y no sabíamos dónde estaba. Pamela Gaete (Fundación Adopta) me habla por WhatsApp, y me dice “necesito localizarlo”; le escribí a Eliana Albasetti para que compartiera el caso y así pudiéramos ubicarlo. Finalmente, con la ayuda de uno de los seguidores de Turbo pudimos rastrearlo, se consiguió un teléfono, hacker máximo, (ríe) y logramos dar con la gata. Estaba en Tucapel, en la región del Biobío, la habían visto en un establo arrastrándose. Lo más probable es que su lesión haya sido por maltrato, se notaba que era una gata de casa, tenía un pelo brillante, esponjoso.

¿Se juntan entre ellos o todos comparten?

No, conviven todos con todos. La Almendra, que es una normal, es la más celosa, envidiosa, más todo. Está conmigo y le molesta que vengan otros gatos y se suban arriba mío. Pero el resto, todos conviven con todos. El Turbo se lleva muy, muy bien con el Osi, siempre llega un gato nuevo lo apadrina, los lame, limpia y cuida.

CUIDADOS

Francisca relata que dentro de los cuidados especiales está la estimulación para que hagan sus necesidades. ‘’Tenemos una rutina, los estimulamos, presión, a las 7 de la mañana, a las 13 horas, a las 19 horas y a la una de la mañana. Para mí los cuidados de un gato parapléjico es lo mismo que una tenencia responsable, porque con estos gatos no te puedes pasar los controles veterinarios, tienes que tener las vacunas al día, estar atento a los estados de ánimo de tu gato, es como se deberían cuidar todos los animales.

¿Son más delicados que los otros gatos?

Tienen más riesgos de tener problemas en los riñones. Si no eres constante en el tema de la eliminación pueden tener infecciones urinarias y cálculos. Infecciones urinarias por roces, si son gatos parapléjicos que no ocupan pañal, o porque se les deja el pañal mucho rato y se les humedece y se les puede infectar. Hay que darles alimento especial para prevenir la aparición de cálculos.

‘’La eutanasia es la última opción’’

Los gatos parapléjicos no tienen sensibilidad. ‘’Si hay algunos que tuvieran dolor existen remedios naturales. Me da un poco de rabia con la gente, encuentro negligentes a los médicos veterinarios que deciden eutanasiar, buscan la vía más fácil y segundo, encuentro que la gente es floja. Para mí la eutanasia es la última opción. No es terrible tener un gato parapléjico, tú los ves, has estado acá harto rato y no tengo que estar arriba de ellos viendo si están vivos o muertos’’.

Sebastián ¿qué opinas sobre la labor de rescatista de Francisca y el compromiso que tiene con los animales?

Es un plus, me encantó más, porque demuestra la calidad de persona que es. Con ella me comenzaron a encantar los animales, y los gatos más todavía, los encuentro geniales. Me gusta que tengan personalidades distintas.

Francisca destaca que se sacó la Lotería con Sebastián. ‘’Independiente que tenemos peleas como todas las parejas, tiene muy buen corazón. Su mamá lo crió muy bien’’.

Publicaste en Instagram que los gatos te dan un “propósito, fuerza y felicidad” ¿Por qué?

Estaba en un momento en el que venía saliendo de la universidad, no sabía si emplearme o emprender, estaba todo cambiando en mi vida. Cuando llegó Turbo, uno se da cuenta de que este animal por sí solo no puede sobrevivir. Por lo tanto, te necesita y uno siempre trata de darle lo mejor posible a alguien que ama. Entonces, me esfuerzo todos los días porque a mi emprendimiento le vaya bien, para tener lucas, para darle lo mejor del mundo. Lo único que quiero es tener millones de rampas y él se pueda subir a todas partes, me da una razón de por qué luchar día a día.

¿Qué le dirías a la gente que tiene un gato y que por algún accidente quedó parapléjico o que quiere adoptar?

Que me hablen, los voy a acompañar 100% en el proceso. Y que podemos hacer un grupo e ir a pasearlos a todos juntos. Adopten animales con necesidades especiales, un gato ciego, que son los más fáciles porque se ubican en un departamento y se aprenden los lugares. Son gatos que tienen menos probabilidades de ser adoptados. O un perro, da lo mismo, no es nada terrible. Creo que soy un poco extremista con la estimulación cada seis horas, hacerlo tres veces al día también está bien. Pero fuera de eso, es como tener cualquier animal siendo responsables de su existencia.