Mestizos Magazine

Antonia Bosman ''Moka llegó a cambiarme la vida''

Antonia Bosman 800 |

En “Pacto de Sangre”, la nocturna de Canal 13, es Daniela Solís, el personaje que da origen a toda la trama de esta exitosa producción dramática. Fuera de pantalla comparte sus días con un gran amor: Moka, que ha sido el punto de partida de un cambio en su vida, uno grande...

Por Isabel Pinto G. Fotografías: Gonzalo Muñoz Make Up: Sole Donoso.

Al verla con Moka se muestra de inmediato no sólo su afinidad con los animales sino la conexión que tiene con su “cachorra”. Antonia Bosman, es muy simpática, carismática y entusiasta, se desempeña como actriz pero a sus 22 años también es cantante y bailarina. Su papel en “Pacto de Sangre”, donde interpreta a una estudiante de 17 años que se dedica a realizar Camshow (bailes eróticos en Internet), y cuya muerte da inicio a la historia, es el que le ha dado un importante reconocimiento: hablamos de su personaje como “Daniela Solís”. Fuera de pantalla la vemos como una mujer sensible y consecuente con sus ideas.

‘’Me crié con animales, mi abuela tenía una parcela y ahí estaba lleno de perros, siempre los he amado, pero no los cuidaba, sólo los regaloneaba. Toda mi vida he vivido en departamento y pese a que a mi mamá le gustan, nunca tuvimos uno, seguramente no podía cuidar a dos hijas más un perro, y la verdad es que nunca le insistí’’, dice. Pero como todo en la vida, era cuestión de tiempo para que desarrollara un lazo mayor.

Moka

Moka es una mestiza, tiene cuatro años y medio, se la regaló su ex pololo y al igual que su mamá humana se maneja con desplante frente a las cámaras, hay que decirlo, se lució en nuestra sesión de fotos. ‘’La perrita de una amiga de mi ex tuvo cachorros y los dio en adopción. Cuando llegó era enana, tenía un mes; no fue muy bueno, él se debió haber informado un poco más porque los perritos tienen que estar mínimo dos meses con su mamá y la Moka es súper estresada, mamona, no puede estar sola, está todo el rato conmigo, es muy ansiosa y eso es porque le quitaron muy temprano a la mamá’’.

¿Fue difícil educarla?

Jamás le tomé el peso a lo que era tener un perro. Al principio fue complicado porque tuve que darle comida especial, tenía que hacerle ciertos exámenes, darle pastillas. Se rascaba mucho, tenía unos peloncitos chiquititos fuimos al veterinario y supe que era alérgica.

“Como todo cachorro me rompió un par de zapatos, las plantas, pero nunca fue de destrozar el sillón. El primer mes fue duro porque me dijeron que no la podía sacar porque era tan chiquitita que no tenía todas sus vacunas y se podía enfermar. Así que estuve un mes entero encerrada con ella en el departamento”, recuerda.

¿No te imaginabas toda la responsabilidad que implica tener un perro?

Claro, mi primer perro fue la Moka, la amo con todo mi corazón, pero es impresionante que es una hija, hay que estar ahí todo el día. Soy su mamá, todo lo hago yo, la saco a pasear cuatro veces al día, ha sido impactante entender lo que es tener un perro; ella es todo para mí, mi hija, amiga, hermana, consejera. La amo, llegó a cambiarme la vida, no me imagino una vida sin la Moka, me estresa a veces porque es súper ansiosa, pero no sé qué haría sin ella. Es mi todo, la adoro con todo mi corazón.

¿Cómo te fue con el tema del pipí? ¿Aprendió luego?

No, todavía no aprende (ríe). Antes vivía en la casa de mi mamá, hace un par de meses me cambié a vivir con mi pareja actual, y antes de eso, la Moka hacía pipí adentro y afuera, en los paseos. Sabe que no tiene que hacer adentro, le tenía diario en la terraza pero igual se hacía; no sé si lo hacía para llamar la atención. Ahora que nos cambiamos nunca ha hecho adentro, le compré un pasto grande un Bili Box y lo amó, hace ahí.

¿Se puso celosa cuando te fuiste a vivir con tu pololo?

No, nada, lo tomó súper bien, ella ama a mi pololo, lo conocía hace rato. La Moka es un chiste. Es muy especial, como un poco humana. Ahora no se mete en mi cama, porque está mi pololo; cuando le dijimos que no podía, aprendió altiro. Antes cuando vivía con mi mamá ella dormía conmigo, de repente me despertaba y la Moka estaba haciendo cucharita, tapada igual que yo, como una persona.

¿Cómo se lleva con tu pololo?

A mi pololo lo ama más que a mí (ríe), es impresionante, llegamos los dos a la casa y yo ¡Moka! y se va donde él y no me pesca. Las perras aman a los hombres.

¿Moka está esterilizada?

Le dio su primer celo y la esterilicé, igual me da pena que no tenga cachorros, pero creo que es importante, porque hay tantos perritos en la calle. Estoy súper en contra de comprar un perro que cuesta 500 mil pesos, es una estupidez, no es culpa del perro, pero hay tantos en la calle que por qué no adoptar un perrito y cuidarlo, lo necesitan mucho más.

¿Qué opinión tienes del abandono?

No lo concibo, encuentro que son personas que no tienen corazón, ni siquiera logro entender por qué lo hacen. No tengo palabras para describir esa gente, es gente mala, sin corazón, gente que no es persona. Soy súper sensible, sobre todo con los perros, veo uno y me pongo a llorar, jamás se me ocurriría dejar un perro botado en la calle. Entiendo que hay gente que quizás se ve superada y no lo puede tener, pero lo pueden regalar. ¡Hay tantas maneras!, llévalo a algún lugar de adopción, ¿pero por qué botarlo?

¿Qué te pasa cuando te enteras de casos de maltrato?

Me dan ganas de matarlos. A veces me siento un poco culpable cuando veo ese tipo de cosas, pero finalmente uno puede hacer mucho, trato de ayudar a través de mis redes sociales, comunicarles a mis seguidores que sean cuidadosos con sus animales, que no los traten mal, que adopten, difundo animales en adopción.

¿Te gustaría poder ayudar más a los animales?

Tengo un proyecto, cuando tenga más lucas me gustaría tener un lugar donde pueda rescatar perritos de la calle, llevarlos ahí y que la gente después los adopte o hacerme cargo de los gastos, llevarlos al veterinario, que le pongan sus vacunas y que alguien los cuide mientras se dan en adopción.

Por los animales...

Te hiciste vegetariana ¿por qué?

Por los animales, cuatro años atrás lo había intentado, pero no me funcionó porque era fanática de la carne, comía todos los días. En ese momento fue como veamos si puedo ser vegetariana, y no lo logré. Ahora me lo propuse por un tema totalmente animalista, más que nada ser consecuente y consciente con lo que digo y con lo que pienso. Todo el rato estoy hablando de que no se maltraten a los animales y comer carne, encontraba que no tenía sentido, entonces decidí ser vegetariana y ya llevo ocho meses.

¿Has notado cambios?

Sí, mi piel cambió radicalmente, me siento mucho más liviana. Ahora que lo pienso cuando comía carne sentía que me estaba metiendo algo que no va con mi cuerpo, era raro.

El cuidado del Medio Ambiente fue otra de las razones por las que Antonia dejó la carne. “La huella de carbono y de agua que deja la carne, toda la industrialización que hay detrás, es tremenda. Hacemos un daño gigante al medio ambiente y a uno mismo, por eso decidí dejarla”.

Participaste en la campaña ‘’No más catálogos de Paris’’

Hay que tomar más conciencia, estuve hace poco en la campaña, donde se sacaron los catálogos, ya nadie los ve, por algo hay redes sociales, puedes ver todo por Internet, eran unas cosas gigantes, quizás cuántos árboles botaron para hacer los catálogos.

¿Te motiva participar en este tipo de campañas?

Me encanta, me gusta poder ayudar desde mi lado, aportar con un granito de arena a este mundo que está tan mal, que uno no sabe hasta cuándo va a durar. Siempre que me inviten para este tipo de campañas voy a estar ahí.

Pacto de Sangre

Antonia participaba en los talleres de teatro de su colegio, también le gustaba cantar y bailar. Cuando chica soñaba con actuar en una teleserie, pero nunca pensó que pudiera suceder. Al salir del colegio no vio teatro como una opción ‘’no era sólo el teatro lo que me mataba, no quería dejar de lado ni la música ni el baile’’. Finalmente, ingresó a estudiar arquitectura. ‘’Estuve dos años, lo pasé pésimo, no era mala en lo que hacía, pero no era lo mío, lloraba todos los días. Estuve un tiempo, me gustó, era buena, pero no era lo que yo quería hacer de mi vida, ni cagando, lo pasé pésimo’’.

¿Cómo te decidiste a dejar la carrera?

Lo pasé tan mal que mi pololo me dijo ¿qué harías si no fueras arquitecto?, me dedicaría a la música. Me animó a salirme y que probara, que era el minuto de hacerlo; tomé la decisión, ni siquiera congelé y me salí de la carrera para dedicarme a la música. Le conté a mis papás, pasó como una semana y me llaman para ir al casting de ‘’Wena Profe’’, quedé y cambió mi vida, luego estuve en ‘’Si yo fuera rico’’, y ahora en “Pacto de Sangre”, cambió todo y lo amo, me encanta.

Antonia debutó en Canal 13 interpretando a Daniela Solís, la joven que muere en una despedida de soltero en la teleserie protagonizada por Pablo Macaya, Álvaro Espinoza, Néstor Cantillana y Pablo Cerda, entre otros, y ese hecho da el vamos a la trama.

¿Has notado más reconocimiento con este papel?

Harta gente me conoció por ‘’Wena Profe’’, pero es muy diferente, a esta teleserie le ha ido espectacular, ha sido un tremendo exitazo, se nota que la gente te conoce más, sabe mucho más de la teleserie, te empiezan a seguir más por redes sociales, se notó el cambio.

¿Qué opinión te merece el caso de Daniela y su vínculo con la prostitución?

Lo encuentro heavy, ya conocía el tema de los camshow, sabía que existían, los había visto en series, pero nunca había pensado que estaba tan cerca, que pasaba acá. Investigando para mi personaje me di cuenta que sí, que es súper común, que hay niñas de 15 años que lo hacen y lo encuentro impresionante, porque no se dan cuenta del riesgo que están corriendo. Hay muchas que parten en el tema de las cámaras y van más allá. Corren un riesgo súper grande porque quienes te están viendo pueden ser psicópatas, violadores; estás más expuesta, te estás sacando la ropa, provocando más. Mi personaje se empezó a meter con gente de la página, que se supone que eso no podía pasar, creo que hay que tomar un poco más de conciencia.

¿Por qué crees que menores buscan este tipo de trabajo?

Porque ganan muchas lucas, es una plataforma donde se gana demasiada plata. Hay mujeres a las que les gusta mostrarse, no sé si está bien o mal, yo no lo haría, pero creo que hay que respetarse un poquito más como mujer, darse cuenta que uno no es un objeto, que no porque te desvistas tienes que ganar plata, que se pueden hacer muchas otras cosas, que quizás no va a ser la forma más fácil, pero menos peligrosa...

¿Qué te parece que se expongan en una teleserie temáticas como el trabajo de menores de edad, drogas, prostitución?

Me gusta que lo muestren. Cuando me presentaron la idea me encantó, encuentro genial que se hagan este tipo de cosas. Me pregunté si yo que tengo 22 años, no sabía que niñas que son cinco años menores que yo estaban haciendo esto aquí mismo, o sea, sus mamás no tienen idea. Creo que es importante que se sepa, que sepan los padres y las mismas niñas que hacen camshow, que pese a que esto es ficción, que puede pasar que vean que hay riesgos. Me gusta que traten de hacer pensar un poco más, de llamar la atención de la gente.

La teleserie es muy comentada en redes sociales ¿Por qué le gusta a la gente?

Creo que le va bien porque es una tremenda teleserie, con un tremendo guión, un equipo espectacular, directores increíbles, el elenco es maravilloso. Encuentro que todos lo hacen perfecto, pero una buena teleserie se define por un buen guión.

¿Vienen sorpresas con tu personaje?

Muchas, falta mucho, Daniela tiene demasiados secretos, no saben nada todavía. Está muy buena, faltan muchas cosas por saber (ríe).

¿Es verdad que viene más fuerte y sangrienta?

Lo que han visto hasta ahora no es nada comparado a lo que se viene. Queda “Pacto de Sangre” para rato.

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