Desde 1992, cada 26 de marzo se conmemora el Día Mundial del Clima, una fecha establecida en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático para concienciar sobre la influencia del clima y el impacto del cambio climático en la vida humana. La agricultura, la pesca y la ganadería dependen de condiciones climáticas estables, pero, al mismo tiempo, la actividad humana —incluyendo la producción de alimentos— ha alterado estos ciclos naturales a través del calentamiento global, el efecto invernadero y la sobreexplotación de recursos.
Entre los principales factores que contribuyen al cambio climático, la producción de alimentos de origen animal tiene un impacto significativo. La ganadería genera más del 14.5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, además de ser responsable de la deforestación, el uso excesivo de agua y la degradación de suelos.Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la ganadería es responsable de aproximadamente el 14.5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, superando incluso al sector del transporte. Además, la industria cárnica y láctea es una de las principales causas de deforestación, pérdida de biodiversidad y uso excesivo de agua.
Una alimentación basada en plantas no solo reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también disminuye la demanda de recursos naturales, contribuyendo a la preservación de ecosistemas clave para la regulación del clima.
"Si queremos combatir el cambio climático, debemos repensar la forma en que producimos nuestros alimentos. Optar por alternativas vegetales es una de las decisiones más impactantes que podemos tomar a nivel individual para proteger el planeta", afirma Jesica Bon Denis, directora de comunicaciones en Fundación Veg.
"Como parte de nuestro compromiso con la sostenibilidad, invitamos a todas las personas a sumarse al Veggie Challenge, un programa gratuito que ofrece apoyo y asesoría durante 30 días para probar una alimentación basada en plantas. Pequeños cambios en nuestros hábitos pueden generar una gran diferencia para el futuro del planeta" finalizó Bon Denis.
